martes, 30 de noviembre de 2010

El doloroso día post-resaca

Hoy era fácil saber quién había pasado una buena noche. Se veía una sonrisa especial en todas las tertulias del trabajo, en los mails y mensajes recibidos, en las conversaciones en la cafetería... Ayer fue el clásico de los clásicos, y hoy media España estaba feliz y otra media estábamos destrozados ante la dolorosa exhibición con la que el mundo del fútbol siempre tendrá que estar agradecido al juego de sastre de alto standing que desplegó ayer el Barcelona.

Esta tarde he hecho tres horas de guardia (se las debía a Pino, gracias por el cambio), y nunca he visto tantos pacientes en chándals, de un color salmonado, la indumentaria oficial de los seguidores blaugranas. Ellos con sus esguinces pero radiantemente felices... que coraje!


Aviso para navegantes: (el Madrid nunca se rinde: hemos perdido una batalla, pero no la guerra)

lunes, 29 de noviembre de 2010

Media Marathon Córdoba

(28 Noviembre ´10)


Eso de que al séptimo día descansó no estaba previsto en la planilla de esta semana. Hoy tocaba desafío contra uno mismo en la cuarta Media Marathon que disputo tras Granada, Baeza-Úbeda y Murcia. 21097 metros para sufrirlos, sudarlos, odiarlos pero al mismo tiempo quererlos y disfrutarlos.

El reloj amenaza con pasar la página de este domingo y comenzar una nueva semana. Escribo desde la cama, tumbado, cansado y con las piernas doloridas pero sin lugar a duda el esfuerzo ha merecido la pena. Siempre es la misma historia, crees desfallecer en el último tramo de la prueba y te dices a ti mismo que es la última media maratón que corres, pero cada vez que encaras el último kilómetro, cada vez que entras al estadio, cada vez que escuchas un aplauso al infinito a modo de recompensa al sudor vertido, cada vez que superas a tu propia mente y cruzas la línea de meta es tal la adrenalina que se impone al ácido láctico que anestesia los músculos en noches como esta y miras el calendario en busca de nuevos retos, los más inminentes y novedosos serán la San Antón de Jaén (Enero) y el 101 de Ronda (Mayo).

Un sol radiante que ha dado tregua a las intensas lluvias de los días previos. Una cita en la que debutó una pareja de baile (Juanito) que pulverizó los registros con un ritmo frenético de 1h38min, una lesión a última hora de Agustín que le ha condenado al dique seco, unas aficionadas que al grito de Fecaaaa destilaban su noche de fiesta cordobesa, a Miriam y su gentil piso-hotel y unos padres que como siempre están en el momento justo siendo uno de los motivos para que zancada a zancada recorrer los 21kilómetros de la prueba.

1horas 45 minutos 35 segundos (tiempo real 01:44:35 teniendo en cuenta el momento en el que pisé la línea de salida), un promedio de 5:01 minutos el kilómetro, mejor marca personal pulverizando los 1h52min20seg que marqué en mi debut hace ya unos años en Granada; puesto 1660 de 2940. Cifras que poco dicen ya que el mérito está en el encarar un reto sin apenas preparación por la apretada agenda de guardias, actividades deportivas (dígase tenis o fútbol sala), eventos lúdico-festivos. El cruzar la meta, el no desfallecer cuando crees no poder seguir, cuando los pies empiezan a levantarse, cuando eres adelantado por un prodigio de la naturaleza entrado en años y en peso, cuando tu cuerpo te dice para pero tu mente gana la batalla y te hace llegar al fin a la meta.

Una nueva Media Marathon que se une a una lista que poco a poco va conociendo ciudades y que a buen seguro tendrá próximos y aún desconocidos destinos, pero al menos por hoy, no pensaré en ellos ya que es hora de descansar. Buenas noches

Y es que como dice el gran Jesús Quintero, “cómo conoceremos nuestros límites si no tratamos de superarlos

(sprint línea de meta: más rápido que el objetivo de la cámara)


martes, 23 de noviembre de 2010

Rotación XI: Octubre ´10: NEUROLOGÍA




Se acabó lo que se daba en Neurología , rotación curiosa por alguno de los casos vistos pero también dura, debido en parte a la crudeza de algunos pacientes a los que la vida parece poner a prueba. Una ELA cuyo pronóstico seguro es el ir consumiéndose poco a poco, un infarto cerebral isquémico en alguien relativamente joven, un accidente o una hemorragia cerebral que desconectan del medio…

Pero la Neuro es sobre todo una especialidad de funambulistas que andan sobre el alambre de la medicación. Hace falta estudiar mucho o tener experiencia ancestral para llegar a interiorizar los ajustes y retiradas paulatinas de fármacos, de dosis, de comprimidos de cuyos nombre uno llega ya al menos a conocer: keppra, depakine, epanutym, tegretol…

Mención aparte para la rica y amplia exploración neurológica, con la que algún paciente puede sentirse ridículo mientras arruga la frente, infla los mofletes, enseña los dientes o saca la lengua, al ritmo que marca el golpe de martillo buscando unos reflejos que a veces son disparos catatónicos.

Si con algo he tratado este mes que he compartido en su mayoría con la Dra. Romero es con esa temida patología llamada epilepsia. Esa danza violenta sin ritmo a modo de sacudidas tónico-clónicas. He conseguido interiorizar los pródromos, las fases, las crisis, las post-crisis que me serán tan útiles de cara al futuro, para tratar y para intentar desenmascarar a algún actor epiléptico que increíblemente son bastantes de los que van a Urgencias.

Neurología, una especialidad en blanco y negro que marca la tonalidad del TAC que sin duda es la partitura sobre la que mirar


lunes, 22 de noviembre de 2010

Tito Juan: que guapo eres personaje!

La ocasión lo merece. Aunque no lo vea todo lo que quiera por motivos obvios laborales y de distancia, aquí os dejo los avances de este pequeño gran hombre que tengo por sobrino. Efectivamente, como la última foto que pongo en la entrada, es para caérsete la baba






jueves, 18 de noviembre de 2010

Medicina: especialidad de especialidades

Un sujeto se fue al médico de familia, con el testículo izquierdo, hinchado y adormecido... el médico dijo que era una inflamación testicular, que no era nada grave etc., pero que se fuera a ver un especialista. Y le quiso dar el teléfono de un Colega URÓLOGO pero..., se equivocó de número y le dio el de su ABOGADO.

El tipo pidió una consulta y a la hora marcada allí estaba él delante del abogado, pensando que era el Urólogo.


- ¿En que puedo ayudarlo?
Nuestro amigo se bajó los pantalones y le mostró el testículo, diciendo:
-Como usted está viendo, tengo una inflamación en el testículo izquierdo...


El abogado se queda mirando algunos segundos, sin entender absolutamente nada, pensó, pensó y pensó... y le respondió:
- Amigo mío, mi especialidad es el Derecho...

Y el paciente le responde:
-!!!No joda...!!! ¿Pero es que ahora hasta hay especialistas para cada huevo?

lunes, 15 de noviembre de 2010

Cardioversión: una nueva primera vez

(11 Noviembre ´10)

Es lo que tiene el frenético y maravilloso mundo de las Urgencias, que uno tiene sus depósitos de adrenalina y cortisol por las nubes ante la inmediatez del eterno acecho. Este mes estoy rotando por Observación y está siendo un sinfín de primeras veces. Si ayer fue el turno de una laparocentesis hoy me tocaba el privilegio de cardiovertir.

Pese el sinfín de guardias y pacientes vistos a lo largo de este ya año y medio de residencia, recuerdo perfectamente la primera paciente que vi como proyecto de médico en la consulta del Hospital Civil con la que apenas fui capaz de articular palabra; cómo olvidar también la primera vez que ves tan de cerca la muerte que hasta la puedes tocar; o la primera vez que me despertaron en Observación para recepcionar a aquel paciente que trajo el 061 y que estaba más cerca de allí que de aquí. Anécdotas, vivencias, recuerdos, que en el día de hoy se ha completado con una nueva primera vez.

Es una de las escenas fetiches de las series y películas que versan sobre medicina. El paciente moribundo sin contracciones cardiacas o totalmente arrítmico y la descarga que las palas dan con 300 Julios de energía. El bote que sufre el paciente; la incertidumbre, y finalmente un ritmo cardiaco que se normaliza. El milagro de lo perdido que en la mañana de hoy me ha tocado ejecutar en primera persona bajo la tutela de unos tutores que me entregaron el testigo de las palas mientras me tocaba indicar el “1, 2, 3, apartaros” con el que guiaba la operación. El paciente botó sobre la camilla de la Observación pero yo creo que lo hice junto a él mientras deseaba que el flutter que había dado la cara tras una taquicardia supraventricular frenada con adenosina se normalizara. Segundos de espera, tensión, olor a pelo quemado y por fin un ritmo dibujado en la pantalla del monitor que a mí me pareció un pentagrama musical de la mejor obra jamás creada.


miércoles, 10 de noviembre de 2010

Día Completo

(9 Noviembre ´10)

No ha hecho falta un donut para que el día sea redondo. Y es que eso es lo que ha sido el día de hoy martes, un día completo que cumple el dicho de bueno, bonito y barato.

Comenzaba la mañana como todas las de este mes en Observación, esa “cueva” médica en la que todo puede ir bien pero torcerse terriblemente en cinco minutos, como así fue pero sin que la sangre llegara al río. Una mañana provechosa entre crisis tónico-clónicas, intoxicación por benzodiacepinas, y sobre todo, en mi estreno en el arte de la parocentesis guiado por los expertos y a la vez jocoso-ácidos consejos de la Dra. Villalón a la que tanto debemos agradecerle los residentes. Da una satisfacción tremenda y aunque suene algo sádico pinchar una barriga con una ascitis a tensión y sacar 12 litros de líquido ascítico y más aún si es la primera vez que lo haces.



Sin tiempo para disfrutarlo tocaba ir corriendo el Hospital Civil para dar la Sesión Clínica sobre disfunciones sexuales (cualquier interesado en tenerlo que no dude en mandarme un mail). Pese a la premura a la hora de preparármela todo ha salido bien por lo que puedo decir que el curso que di el viernes pasado de comunicación oral ha comenzado a recoger frutos.

Pero pese al ritmo frenético, el día no iba a detenerse aquí. Por la tarde por fin presenté mi recientemente acabada novela “La Memoria del Olvido” al concurso en el que tengo depositadas esperanzas, para seguir con un partido de fútbol sala en el que mi equipo ha ganado 7-5 con 5 goles de servidor, que se ha sucedido de mi debut en la Liga de Tenis de Perras, Jugones, Toperos y Follete ante uno de los máximos favoritos con victoria a mi favor en un apretado partido.

Sin tiempo para poco más que ducharme era el turno de cenar con los alumnos de la Academia AulaMIR para inaugurar la última vuelta de estudio, como diría Ángel Garó, la definitiva, y es que todo no va a ser estudiar.

Y así, sin mucho tiempo para disfrutar de este martes, ya es miércoles, y estoy tremendamente cansado pero satisfecho por el intenso día de hoy. Me voy a la cama, que creo que me lo he ganado

sábado, 6 de noviembre de 2010

Paparazis

Ayer en el Carlos Haya murió Paco Marsó. No me malinterpreten pero sinceramente “me da igual”; pero no lo digo en el sentido déspota que puede aparentar la expresión. Me importa lo mismo que todas las muertes que se producen día a día en mi hospital, siento lo mismo que con un crítico que llega a Observación ya sea por un accidente de tráfico o con un precipitado de un piso de seis plantas de altura cuyo pronóstico es más que incierto.

Esta entrada no es por esta pérdida televisada, sino para la imagen que veía cada mañana cuando llegaba a primera hora al Hospital y veía a “periodistas” acampados en los aledaños del hospital y a equipos de última tecnología esperando captar la “noticia”. Y la estampa me ha dado pena, ya que no veía en esa gente a profesionales formados quizás en las mejores Universidades españolas, ni a Másters realizados en el extranjero, ni brillantes currículums al servicio de la apolillada prensa rosa que tenemos en este particular país llamado España. En ellos veía a buitres a la espera de comerse a una nueva presa, a hienas informativas que se arrastran ante el morbo de noticias como la enfermedad final de Paco Marsó (de cuyos méritos para hacerse famoso ni se ni quiero saber).

Y es que si la atención mediática de este país estaba en el ACV hemorrágica de este paciente, mal vamos. Inmersos en plena crisis, con la soga al cuello, con problemas y más problemas que no encuentran aún soluciones, pero con gente como Belén Esteban para entretener a una sociedad anestesiada ante tanta irrelevancia que ronda la vulgaridad





Y pensar que un día era seguidor de Aquí hay Tomate… así nos va. Descansen en paz

miércoles, 3 de noviembre de 2010

No es Lupus

(31 Octubre ´10)

Definitivamente, Medicina y Matemáticas son dos ciencias totalmente opuestas, ya que en el noble arte de la sanidad casi nunca 1+1 son 2. Cada día que pasa es una oportunidad que tengo para comprobar esta norma no escrita, pero más motivos aún se tienen si se pasa un puente de todos los Santos en el hospital en un doblete viernes-domingo. Cuánta razón tenía Claude Bernard: “no hay enfermedades sino enfermos”.

A la temida Observación estoy empezando a cogerle cariño. Sigo sin saber tantas cosas acerca de tratamientos hasta la fecha no empleados que hace que las noches siguen siendo largas a la espera de que te despierten en tu turno de vigilia con un paciente crítico al que salvar, pero en contraposición te ofrece la posibilidad de hablar detenidamente con los pacientes (que son realmente tuyos), y la facilidad para pedir alguna prueba más específica que en la Policlínica encuentran más dificultades. Pero sobre todo tienes la herramienta más poderosa: el escuchar al paciente, ya que no tienes el agobio y la sobresaturación que al otro lado de la puerta que marca la entrada a Observación se acumula en largas listas de pacientes aún sin ver.

Los motivos de consulta y los prediagnósticos pueden ser un arma de doble filo. Ahí estaba un anónimo paciente, sentado en un sillón recibiendo medicación intravenosa para un supuesto cólico renal con indicación de tras ceder el dolor dar de alta. En principio nada más que rascar, pero la Observación cuando está tranquila da para hablar detenidamente con los pacientes. Una caída un mes antes, una fractura de cadera pese a su joven edad, un dolor en parrilla costal que no terminaba de desaparecer, y a última hora y cuando ya estaba a punto de tramitar el alta y preguntarle cómo se encontraba, me indicó que había presentado un episodio de hemoptisis (sangre en la saliva). Y he aquí donde se cumple eso de no hay enfermedades sino enfermos, y no hay un cólico renal sino una serie de síntomas inespecíficos que no son más que pistas para un certero diagnóstico.

Si eres adicto a la serie House, las frases no es lupus, o es un trombo parecen ser el padre nuestro de la medicina. Pero en esta ocasión, efectivamente fue un trombo que había ocasionado un Tromboembolismo Pulmonar sin clínica respiratoria clara, que en el angio-TAC que se pidió había desembocado además en un infarto del campo pulmonar.

Un cólico que pasó a tratarse como un trombo embolismo pulmonar y quién sabe si se salvó la vida de un paciente sobre el que no parecía sobrevolar la sombra de una enfermedad grave pero que la tenía.

Al final va a ser verdad que la historia clínica es la mejor prueba diagnóstica… Como diría Trillo: ¡manda huevos!