miércoles, 26 de mayo de 2010

Casa Rural: un finde para enmarcar

(7-9 Mayo)

Da igual el lugar si la compañía es grata. Podría haber sido en la montaña, en la playa, en un teatro, o simplemente en la terraza de un bar, pero tuvo que ser en un lugar recóndito cerca de un cerro donde las piedras parecen agotarse tras amontonarse durante kilómetros a los pies de un camino de cabras, donde se encontraba el santuario de una familia laboral que se fue de Casa Rural, cerca de Mollina a la aventura de un fin de semana regado en el dulce aroma del mojito de Pino, en las charlas nocturnas filosóficas sobre la eterna dicotomía hombre vs mujeres, en la barbacoa prendida por Juampi, en la aparición estelar de Nico fotos en mano, en la afonía de Auxi, en el bombero de Misha, en el bautismo ceremonial de Tamara, en el 9 de cada 10 de Gemma, en la dichosa lista de sustitutos de un domingo en el Civil… o en la aparición de un pollo disfrazado de persona capaz de coquetear con los pavos reales que caminaban en el recinto de tú a tú, de igual a igual

Un fin de semana diferente, lejos de la urbe malagueña, a kms de Mitjana, de los cubatas de garrafón, de la música a toda voz, de la multitud de desconocidos con los que uno comparte un fin de semana cualquiera que con la buena compañía fue especial sin necesidad de hacer nada en especial




Una experiencia recomendable para todos los que leáis estas líneas, que está a poco más de 30 minutos de Málaga, al lado de Antequera, una escapada ideal de fin de semana, para parejas, amigos y familia de sangre con la que espero poder corretear con el gordopú de turno este mismo invierno


http://www.escapadarural.com/casa-rural/malaga/cortijo-ferradores

POSDATA: todos somos Nico, mucho ánimo (tú si que eres un estallido de buena persona)

martes, 25 de mayo de 2010

Bye, Bye Lost

(25 Mayo ´10)

Tras 121 capítulos que equivalen a más de 90 horas (lo que equivaldría a unos cuantos créditos), el misterio de “Perdidos” por fin era contado. Una obra de arte hecha serie.

Todo empezó el verano pasado cuando escuché el argumento de una serie fantasiosa en la que todo comenzaba con un avión que se estrellaba en mitad de un océano para que sus supervivientes aterrizaran en una misteriosa isla “desierta”

Una droga a modo de capítulos que se suceden sin poder parar; intrigas que se entrelazan, finales inacabados que nos dirigen a ninguna parte, una producción digna de ser vista y que desde esta entrada quiero rendir tributo a unos productores y actores que dan lustre a la pequeña pantalla que con series como Lost dan sentido a la caja tonta


Última guardia en el Hospital Civil

Son las 4.30 de un lunes (ya martes) para olvidar en el Hospital Civil. Un día de tantos lunes que sirven para abrir una semana, que parece el pistoletazo de salida tras un finde de relajación tras el cual los pacientes parecen empeñarse en correr más rápido para estár mejor colocados
Pero dentro de los múltiples lunes en los que he tenido que trabajar de guardia, hoy no es uno más; es un nuevo alto en el camino, una nueva meta volante antes de llegar a esa desconocida meta final de la que no sabré ni cuándo ni donde

Hace ya doce meses realicé mi primera guardia en el Hospital Civil, esa especie de mercadillo ambulatorio en donde el residente se encuentra vendido en la trinchera de la consulta 2. Recuerdo aquel primer caso siendo un Dr. con consulta propia, una epicondilitis de la que apenas fui capaz de preguntar ni indagar.

Ha pasado ya un año, y al igual que el día inaugural, he compartido en adjunto la figura de Iván, que aquel día me recibió con un frío: "a partir de ahora eres tan médico como yo, así que ponte a ver pacientes", y hoy me ha despedido con un seco: "no te voy a decir que esta exploración es una mierda, pero lo es". 24 horas a pie del cañón, 47 pacientes vistos y me niego a irme con esa sensación agridulce. Quizás me podía haber esmerado más que: COC, BEG, BHyP,eupneico, PICNR, AC: aprecio taquicardia aprox 120lpm, no ingurgitación yugular... pero la clínica en principio era compatible con un cuadro de ansiedad en un paciente joven con episodios similares previos que remitían con autocontrol de la respiración, y que esta noche venían precedidos además de ingesta de tóxicos. Pese a ello, y para que no se escapara nada, he pedido un EKG que ha reflejado una taquicardia supraventricular a 190 lpm (a su llegada a Urgencias 110), que ha precisado administración de Adenosina e ingreso en Observación para realización de curva de enzimas cardiacas

Un año de luces y sombras al mayor desamparo posible; sin una tutela visible, sin compañeros residentes con los que hablar, con patologías que en la mayoría de nuestra carrera profesional sólo veremos aquí como son las urgencias tanto oftalmológicas como psiquiátricas de las que nadie nos ha hablado y de las que en la mayoría de las ocasiones hemos tenido que aprender por ósmosis o por generación espontánea

Hace 35 minutos que mi turno ha terminado, que tendría que estar durmiendo, pero quiero despedirme del Civil, al que volveré ya de R3 pero no a la puerta sino a la Observación, que puede llegar a ser lo mismo que una cornada para un torero, una herida de guerra, un trozo de metralla alojado en la bata a modo de parapeto

Dentro de cuatro horas, cuando me despierte para ir a la consulta de Medicina Interna en la que estoy rotando, quizás vea la vida de otra manera, quizás haya conseguido olvidar esa arritmia o ese alta en un paciente senil del que yo creía que se beneficiaria de ingreso en Observación o en un hospital periférico pero para el que todas las puertas a las que llamé se cerraron. Quizás el sol vuelva a salir y quizás no esté tan cansado como lo estoy ahora y vea que la vida no es solo pacientes y problemas


miércoles, 19 de mayo de 2010

Nuevo cargo: R2

(19 Mayo ´10)


Sin saber cómo, ya ha pasado un año desde que comenzara esta aventura de la Medicina. Un año desde que estampara esa nerviosa firma con trazos irregulares debido al miedo a lo desconocido; un año de R1 en el que han pasado tantísimas cosas…parece mentira, pero oficialmente desde hoy dejo aparcado esa etiqueta a veces odiosa, a veces piadosa del R1, y paso a ser R2, con todo lo que conlleva dicho ascenso, con ser la figura paternalista de los residentes que mañana empezarán a pulular por el hospital, con la misma cara de perdidos con la que hace un año acudíamos nosotros.

Parece mentira, pero ya he consumido un cuarto de este trayecto llamado residencia, y he tenido tan poco tiempo de pararme y pensar sobre lo que estoy haciendo…, que da un poco de vértigo
Mañana un amplio grupo de residentes abandonarán el hospital y tendrán que buscarse la vida como Adjuntos, y otro nutrido grupo entrará en esa cadena anual de residentes. A los que se van, adiós con el corazón, a los que vendrán, bienvenidos, bienhallados


“La partida debe continuar”

domingo, 16 de mayo de 2010

Esperando a Javier: no se puede estar más guapa

27 semanas

Esta entrada será escueta, dejaré que las imágenes hablen por sí solas


¿Se puede estar más guapa?

jueves, 13 de mayo de 2010

Rotación V: Abril ´10: Traumatología

Esta entrada bien podría llamarse Traumatología, o el arte de la carpintería. Una especialidad al margen de la imagen del médico tradicional, donde abandonan fonendos y detrusores por martillos y tornillos, cual cincel en manos de un artista para tallar las imágenes más bellas. Suelen tener fama de grotescos, de brutos, de meros ebanistas en los que precisamente la sutileza no es lo que rige su labor asistencial. Tópicos y más tópicos que en verdad se cumplen en la mayoría de los casos, pero tan cierto es cómo que l@s traumatólogos son buena gente, gente decente y comprometida con la vocación que es su especialidad, y sin duda he podido disfrutar durante este mes de un servicio peculiar, de los médicos menos médicos y más artistas que pueden deambular por un hospital.

La rotación de Traumatología es peculiar y a la vez completa y aprovechable. La mayor parte del tiempo se pasa en consulta, donde la verdad, aprendes la exploración básica tanto de rodilla, espalda y cadera y las palabras más escuchadas son: ¿te quieres operar? pues adelante. Poca chicha se le suele sacar a las consultas. En ocasiones el Adjunto incluso te pregunta dosis y nombres de medicamentos que para ellos a veces suenan a chino; el traumatólogo no piensa, actúa, son autómatas de la Medicina, con más mente de alemanes que de filósofos griegos. Consultas que suelen ser rápidas y que tan sólo se entorpecen por el papeleo interminable de preoperatorios que se amontonan al final de la jornada

La función estelar del traumatólogo reside en el Quirófano, por lo que en este mes que jugaba a ser carpintero, y para saciar mi curiosidad, acudí dos días a quirófano donde vi donde la ciencia da respuestas donde parece no haber preguntas. Como a martillazo limpio, y entre el atroz ruido del taladro, penetran huesos, rajan las vestiduras internas y se aprietan los machos para poner prótesis, cuadrar caderas gastadas de tanto soportar, “pegan” fracturas imposibles… y es allí, en el quirófano, cuando uno aprecia a esos rudos especialistas que no saben utilizar el fonendo, que no preguntan por alergias medicamentosas y que fármacos como Enalapril o Simvastatina le pueden parecer una broma macabra, se les aprecia y se les otorga el respeto de una profesión que ellos toman como un arte y que lo corroboran en cada intervención.

Pero la rotación también puede ser aprovechable de cara a un uso personal de cara a un futuro incierto, ya que uno puede también jugar a ser enfermero, ya que nunca se sabe lo que nos tocará realizar en esta vida: curas, vendajes, inmovilizaciones, y sobre todo, poner banderillas a modo de infiltraciones, buscar el hueco imposible en las articulaciones y aliviar las molestias tan típicas de las artrosis

Por lo tanto, una correcta rotación, donde los Alfredos, Javis, o Juanmas de turno demuestran estar a la altura de una Sanidad Pública, que como bien dice su Majestad (obviemos lo de tener una planta para él solo y no esperar la lista de espera) está a primer nivel mundial y tienen su futuro asegurado con gente como ellos


sábado, 1 de mayo de 2010

¿Me pasan con el jefe de la Guardia?

(1 Mayo ´10)

Como diría Forest Gump, el Civil es como una caja de bombones, nunca sabes con qué te va a sorprender. En una noche de viernes de luna llena relativamente tranquila, en la que tan sólo algunos petardos rompían la calma, el gordo de la traca estaba reservado para la hora límite, esa marca fronteriza de las 4:00h en las que el R1 cede el relevo al R4 y se va a dormir tras una larga jornada. En la pantalla del ordenador aparecía un nuevo paciente a las 3:40: motivo de consulta, Cuerpo Extraño en ojo izquierdo.

Temiendo por la integridad física y ocular, y desbordado por las múltiples peleas y agresiones que venían para ser valorados y acreditados mediante su parte de lesiones correspondiente, era hora de observar ese ojo. Hiperemia conjuntival, con lagrimeo excesivo y dolor ocular, sin apreciación directa de CE alguno, aunque el paciente comentaba tener una astilla. En principio nada por lo que alarmarse, pero pese a ello, decidí consultar con el Oftalmólogo de guardia, ya que mis conocimientos sobre la materia se limitan a conjuntivitis y poco más. Prescaína, Dexketoprofeno, Pomada Oculos epitelizante y tapar el ojo para acudir mañana por la mañana a Urgencias para nueva valoración por Oftalmología fue el tratamiento pautado por teléfono, ante lo que encontré un paciente que decía que no se iba de ninguna de las maneras sin ser visto por el especialista

Tras varias llamadas a tres bandas, éste seguía en su firme decisión de tratar para valoración dentro de 5 horas en Consulta; el paciente por su lado se encontraba empeñado en poner una reclamación; y yo mientras tanto en medio de una disputa telefónica de la que yo era tan sólo la única cabeza visible.

Así que sin comerlo ni beberlo, y a las 5:00h me encontraba hablando con el Jefe de la Guardia (algo así como el ser supremo con el que no es mejor hablar a lo largo de una Guardia) de nuevo vía telefónica, e interceptando entre el oftalmólogo y el paciente, viendo los disparos de un tiroteo que no era el mío pero en el que era el único que se encontraba en el campo de batalla. Tras idas y venidas, tras llamadas varias, tras dimes y diretes, el paciente fue valorado y tratado según había comentado el Oftalmólogo en un principio, y yo me acosté con la amenaza de una reclamación indirecta, y con la sospechosa satisfacción de haber conocido la voz de esa enigmática figura que es el Jefe de Guardia de la que tan sólo los osados o los incautos tienen el honor de haber escuchado.

Si a quién madruga Dios le ayuda, ¿qué pasa con los que se acuestan tarde?