viernes, 30 de octubre de 2009

Boda II: Año I: Cristina y Fabián

(escrito el 12 de Septiembre de 2009)


El amor puede estar a la vuelta de cada esquina que muchas veces por temor dejamos de doblar. Un amor de película que por utópico parece no ser cierto, pero que en días como hoy sirve para derribar tópicos y falsos mitos. Bajo una noche nublada de Septiembre, Cristina y Fabián se juraban amor eterno en una ceremonia íntima en la que familiares y un puñado de amigos fuimos testigos de una de esas uniones especiales.



Y es que especial es conocer, a través de Internet al amor de tu vida; especial es dejar todo por amor, como ha hecho Fabián, dejando atrás toda una vida, a su familia, su trabajo, para buscar en España lo que la red le dio. Especial también lo de Cristina, esa Chisporra que entre tanto estudio encontró al príncipe que llenara ese castillo que es su corazón.

Una noche en la que el tequila rajó la garganta de los presentes, en la que no faltaron cánticos patrios y banderas aztecas, recuerdos de un Fabián que vino en busca de la felicidad y de una Chispi deseosa de ella, que encontraron en ese camino común el inicio de una nueva vida.

Su nueva etapa ya ha comenzado, en la capital del arte que presume ser Sevilla, que tendrá la fortuna de ver como ese amor de película vive un día a día que espero que les llene de dicha






!Vivan los novios y viva México lindo!

miércoles, 28 de octubre de 2009

jueves, 22 de octubre de 2009

Semen, certificado de garantía

En Internet, uno puede ver y leer cualquier cosa. Los otros días me llegaba al correo el siguiente artículo, que por lo menos me resultó


El Semen contra el cáncer


La mujeres que a menudo tragan el semen de sus parejas tienen un 40% menos de probabilidades de desarrollar un cáncer. Así lo afirman los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, (EE.UU), según informa la revista estadounidense Woman.

"Yo animo a todas las mujeres del mundo a que practiquen la felación y que ésta, se convierta en la rutina más importante de su vida diaria" - afirma la doctora Helena Shifteer, directora del grupo de científicos que realizaron el estudio sobre los efectos del semen.

La doctora Shifteer dice también que ella siempre se traga el semen de su marido y, para que el método sea efectivo, debe practicarse al menos dos veces por semana.

Varias organizaciones masculinas han expresado su satisfacción por este avance de la ciencia, y apuntan que los hombres llevan ya muchos años tratando de convencer a las mujeres de que tragar el semen tiene efectos muy saludables.

Fuente: http://www.jmnoticias.com/index.php?action=fullnews&id=41...

Y es que como diría el niño del siguiente vídeo, "!Viva el semen español!"



martes, 20 de octubre de 2009

Recogiendo los primeros frutos

(escrito 18 Octubre de 2009)
Sin apenas tiempo para echar la vista atrás, ya son cinco los meses trabajados. Meses de novedades continuas, donde las lágrimas se enlazan con sonrisas, donde el fracaso antecede al éxito y donde caer significa levantarse. Analizando muy por encima las últimas entradas del blog, éste pudiera dar una visión errónea, de problemas, pérdidas y dificultades. Cierto es que los hay, pero también es cierto que lo positivo gana y además por mucha diferencia a lo negativo en esta travesía corta de R1.

Hoy quiero lanzar una entrada positiva, de agradecimiento a los pacientes que me hacen sentirme bien, en este saber quieto, silencioso, que parece no estar ocurriendo.

La Poli del Carlos Haya es el santuario de todo R1 que se precie a crecer. El ruedo, el cossio, la catedral en la que se oposita para aprender pluripatología, en un curso acelerado de supervivencia. Recuerdo mi primera guardia de mirón con el ausente Tudor; aquel día, todo eran lagunas, todo eran temores. Donde había pacientes, yo veía montañas inalcanzables. Cuesta cambiar el chip de estudiar mecánicamente, de no ver enfermedades sino preguntas tipo test, y lo cierto, es que gracias a la curiosa metodología que se imparte en Málaga, aquí era espabilarse o quedar rezagado. Cinco meses después, y sin poder dejarse llevar por la euforia, ya se van dominando los tempos, ya se van tratando pacientes con seguridad y confianza, y sobre todo, ya hay lugar para pinceladas de artista.

Hay un axioma en Medicina que dice que lo que no se sabe no se puede diagnosticar. Debe de ser que sabemos mucho más de lo que creemos, porque en la Guardia de este sábado, llámenlo azar, llámenlo sapiencia, conseguí diagnosticar un tromboembolismo pulmonar, sin nunca antes haber visto uno, sin saber exactamente qué hacer para llegar a su encuentro. Doble gusto, porque la paciente había estado un día antes en Urgencias y había sido vista por uno de los adjuntos (además de los buenos de verdad), pero entre la fase inicial de la enfermedad y la ambigua clínica, hoy acudía con un diagnóstico equivocado de Pielonefritis. Va a ser verdad que la tan venerada historia clínica es igual o mucho más importante que las ultramodernas pruebas diagnósticas, porque apoyado por la anamnesis y la exploración, salí de esa primera entrevista con la corazonada de que algo grave tenía la paciente, con una clara sospecha de Tromboembolismo Pulmonar, TEP que se confirmó y por el cual fui felicitado por la adjunta de turno, salvando (quién sabe) la vida de una de esas personas que son el principal objetivo de las Urgencias, distinguir la aguja de la gran cantidad de paja que colapsa el Hospital.

Cierto es que un diagnóstico de esos de campanillas sube la moral, pero me quedo con dos detalles menos llamativos pero para mí de mucho más valor, y son el agradecimiento de los pacientes, el hacer que pese a las largas horas de espera de las Urgencias, donde se sabe cuando se entra pero no cuando se sale, se despidan con una sonrisa y con un sincero agradecimiento. Emociona escuchar de la boca de una viejecita que llevaba 6 horas pendiente de estudio para despistaje de una trombosis venosa profunda, que quería terminar de ser vista por servidor, que era su médico, el que le había recibido, antes que por uno de esos sustitutos (refiriéndose a nuestros padres en la Poli, los Médicos Adjuntos). Un agradecimiento sincero y gratuito que no tiene precio.

Cinco meses como decía, en los que la mayor satisfacción, aunque suene cursi, es haber recibido la sonrisa de una paciente con Alzheimer. Totalmente desconectada del medio, su hija me había comentado que hacía tiempo que no veía sonreír a su madre. Esa tarde, mientras estaba yo con ella, conseguí arrancarle dos sonrisas, conseguí que sus labios dejaran a un lado el vacío en el que se encuentra inmersa para esbozar una sonrisa, el premio hasta la fecha que mejor guardo en mi interior.

Y es que como dijo un día un buen amigo, seguimos creciendo, lenta, pero imparablemente.

jueves, 15 de octubre de 2009

Polémicas novatadas: San Lucas, patrón de Medicina

(13 Octubre de 2009)
Visión de los medios de comunicación: España Directo del año pasado




Un día agotador en la Unidad Docente tras estar toda la mañana de cursillo se merecía una mejor sobremesa. Casualidades de la vida, la hora de llegada ayer del curso, a las 15:30h cambió mis hábitos televisivos ya que dejé por momentos aparcado SLQH para poner las Noticias de Antena3. No me había sentado a comer cuando me indigestaba con la nociva prensa de turno, y la noticia de por desgracia todos los años: las novatadas a los nuevos alumnos de Medicina de Granada, una fiesta tercermundista y de jóvenes alcohólicos que beben hasta perder el control.

Como espectador, y sin conocer el entramado de la noticia, puedo entender la visión alarmante que el televidente puede recibir. Jóvenes en la flor de su vida, que según lo que dan los medios, beben y beben como cita el villancico hasta perder el control, en un día de desmadre, de juergas, en una jornada sin límites en la que no existen ni reglas ni leyes, en unas novatadas que rondan el vandalismo y que son la lacra de una juventud ya de por sí podrida


Estoy harto de ver esta noticia cada año que San Lucas, el patrón de Medicina, está próximo a su fecha (18 Octubre). El año pasado ya merendamos con un reportaje estelar en España Directo, donde se daba una visión nacional a una fiesta, a una tradición, que para el que la ha vivido desde dentro durante 7 años puede decir que su fama es injusta y poco veraz. Este año, las cadenas nacionales, radios, televisión, periódicos y cualquier otro medio comunicativo imaginable, dejaron a un lado la crisis, los graves problemas por los que atraviesa nuestra sociedad, para dar minutos de gloria tanto en las Noticias de Antena3, de nuevo en España Directo, en un ejercicio al menos dudoso de rigor periodístico.



Cierto es que más de uno, de dos, e incluso de tres pierden los papeles en este día tan señalado para el nuevo alumno de Medicina en Granada, cierto es que la imagen de jóvenes enharinados, embadurnados en vinagre, vino y cerveza no es una imagen correcta, pero el Lucas, nuestro Lucas, no es esto, bueno quizás sí, pero es mucho más. Y es que sólo los que vivimos la Fiesta desde dentro podemos saber lo que se siente con dicha novatada. Yo hablo en primera persona; mi primer Lucas fue inolvidable; lejos de lo que pueda parecer, es el bautizo universitario, donde el resto de hermanos que integran la Facultad te dan la bienvenida, sin ningún ápice de maldad, una mañana que se dilata durante la tarde que según entendemos, es una fiesta, la recompensa a todos los esfuerzos hechos y por hacer en ese duro camino que es la Medicina. Porque no debemos olvidar, que los borregos atados a una cuerda y envueltos en harina, son los más brillantes alumnos de Bachillerato, esos que a buen seguro han dejado de salir muchos fines de semana, que se han perdido muchas fiestas, que han sacrificado horas de su vida para obtener una nota que les diera la posibilidad de entrar en la carrera deseada. Unos mismos jóvenes, que a buen seguro, mientras que el resto, o muchos de los universitarios apuran hasta febrero para empezar a estudiar, se encerraran desde primera hora de este cuatrimestre, jóvenes que se harán adictos al café, que frecuentarán más bibliotecas que discotecas… esos jóvenes a los que se intentan crucificar por sus conductas “suicidas”, son los mismos que dentro de siete años estarán en las Urgencias del país, salvando la salud, y en algún caso la vida de unos pacientes, que tras sus televisores los lapidan y los ponen en duda.

Lejos de la imagen dada, yo me quedo con el alumno que representa al Lucas, el compañerismo que los compañeros de Cuarto curso muestran para preparar la ocasión, la ilusión con la que los de primer año las reciben, los gritos y cánticos vertidos (que tiemble Derecho, que llega Medicina; Milagro, milagro; útero, vagina, Medicina,…), sentimientos, muchos y muy buenos que no salen ni se intuyen en la imagen que da una prensa sensacionalista, que tapa problemas sociales, crisis y paro con la imagen de unos jóvenes que disfrutan de un día ÚNICO en sus vidas, y que cometen el único pecado de seguir con una tradición que a buen seguro los padres de alguno de los nuevos alumnos vivieron en sus propias carnes, cuando lo malo no era tan bueno y lo bueno no era tan malo

Aunque lo intenten no lo conseguirán, no podrán con nosotros. Viva el Lucas, y que vuele surcando el cielo granaíno. Milagrooo, Milagrooo


Esta es mi visión y a buen seguro que la del resto de compañeros:



martes, 13 de octubre de 2009

Ayer conocí a Antonio

(escrito el 12 de Octubre de 2009)

Anoche, justo a esta hora de la madrugada, Antonio se fue de este mundo. Una pérdida más, entre las muchas que se producen a diario, un número en ese estadística que sin cesar se engrosa con vidas sesgadas, un número más, que para mí siempre será especial por ser el primero, el número uno de una lista dolorosa para todo aquel que ejerce la Medicina, y es que Antonio fue el primer paciente que se murió por decirlo metafóricamente en mis brazos.

La Medicina es la Ciencia más relativa que existe, y en noches como la ayer, el comienzo de un día festivo para la España más castiza, Antonio me abrió los ojos a que 2x2 no siempre es cuatro, y que el corazón tiene motivos que la razón no entiende. A eso de las 0:15h recibimos un aviso: Varón de 78 años con disnea. Ante esa llamada ambigua, poco más se puede hacer que acudir lo más rápido posible y ver la situación del paciente, para comprobar si su estado de asfixia es tal como cabe esperar. A nuestra llegada, Antonio se encontraba postrado en una silla, pero tenía aspecto saludable. Tenía problemas pulmonares varios, y últimamente estaba sufriendo más crisis de lo habitual, que remitían con el oxígeno y la dosis de Ventolín y Urbasón. Anoche todo hacía indicar que sería una crisis más. Tras historiarlo y ver sus antecedentes, y tras comprobar que no revertía mayor gravedad ya que saturaba al 96%, procedimos a administrarle la medicación, con la que Antonio se encontró mejor. Tras tirarnos unos minutos de animada charla con él, entre las que nos contó su vida y su necesidad de fumar algún cigarrillo furtivo, comentarle que tenía que negociarse una cama articulada para evitar el ahogo al acostarse y tras citarlo para su médico para este martes, nos despedimos de otro paciente, uno más entre tantos, con un sincero “Buenas noches”.

No habíamos vuelto a Puerta Blanca, el centro neurálgico donde descansan las ambulancias del DCCU en las que hago guardia, cuando volvimos a recibir un nuevo aviso, de nuevo del paciente anterior, que se había mareado y presumiblemente había perdido el conocimiento. La sirena sesgó el silencio de la madrugada y con sumisa puntualidad volvimos a realizar el camino de vuelta. Al llegar a la casa, todo era caos: una familia entera chillando, unas voces intentando buscar culpables, un gentío que se arremolinaba en el patio donde yacía el bueno de Antonio postrado en una silla, con todo su cuerpo morado, inerte, sin vida. El estupor fue masivo; hacía cinco minutos que conocía a Antonio, lo dejamos bien, sano, vivo, y ahora no respiraba. En busca de un imposible, se intubó, se le dio oxígeno con el Ambú, se le administró Atropina y Adrenalina, e incluso llegó el 061 para realizar un masaje cardiaco que fue inútil. Una repentina parada cardiorrespiratoria se había llevado a Antonio hacía ya cinco minutos, y todos los esfuerzos eran en balde.

Antonio era ya pasado, una realidad a la que desgraciadamente uno tendrá que acostumbrarse, ya que quién ama el riesgo perecerá en él, y en esto de la Medicina, hay mucha Ciencia, mucha lógica, pero también hay unas cornadas inesperadas que hacen que el riesgo, y situaciones como las de esta noche sean por desgracia algo habitual.

Antonio ya no está; por él y por los que por desgracia vendrán, descansa en paz amigo.

lunes, 12 de octubre de 2009

El Día de las Broncas

(escrito el 23 Septiembre de 2009)

Ya lo dijo Murphy, hay días en los que es mejor no levantarse, y este miércoles fue uno de esos, un día lleno de conflictos de los que al final la sangre no llegó al río.

BRONCA 1: El Guardia de Seguridad del Centro de Salud tiene que actuar


En Palma Palmilla nunca puedes bajar la guardia. Hasta la fecha, salvo algún que otro comentario de algún paciente fuera de tono y una maldición, todo había ido sin incidencias destacadas. Pero esa balsa de aceite se alteró repentinamente. Basta que un paciente salga, y que tras su partida, dos familias se estén peleando por el turno. Una cita a la que se le había pasado la hora, un problema de inmigración, unas formas no muy apropiadas,… fueron los ingredientes perfectos para que la consulta se convirtiera en un campo de minas, de los que uno poco puede ser más que un espectador de lujo. Tras el tumulto generalizado y un conato de pelea, la mejor opción es comprobar el famoso botón del pánico que está en todas las consultas del Centro. Fue pulsarlo, y el guarda de seguridad se plantó en la consulta, dándose por zanjada la discusión debido a su autoritaria presencia


BRONCA 2: Un viejo con carácter



Aún con la discusión metida en el cuerpo, como todos los miércoles, la segunda mitad de la jornada consiste en Avisos Domiciliarios, y hasta ellos que nos fuimos. Los Avisos suelen ser algo descafeinados; normalmente suelen ser enfermos mayores pluripatológicos que agradecen la llegada del médico de turno, con una sonrisa y buenas formas. Pero hoy las gentilezas parecían quedar aparcadas, porque en nuestro primer aviso, un fallo en la comunicación hizo que el marido de una paciente creyera que no le estábamos haciendo caso, cuando en realidad le estábamos cambiando un fármaco por otro más potente para paliar sus dolores crónicos. A grito de que “queréis matarnos”, la tensión se hizo patente e hizo falta mucha mano izquierda para calmar la colérica ansiedad de un paciente angustiado por las enfermedades, al que los nervios le jugaron una mala pasada.


BRONCA 3: Hasta la Adjunta me regaña, vuelta al Cole


Cansado del intenso día en Palma Palmilla, esa tarde por si fuera poco, tenía guardia de Sala B en el Carlos Haya. Debido a que la jornada en el Centro de Salud se dilató más de la cuenta gracias en parte a una reunión populista de la Gripe A que tuvo lugar a las 14:00h, llegué a la Guardia a las 15:30h, sin comer si quiera, por lo que tras pedir permiso para un bocado indigesta (por la rapidez y por la escasa e poco aconsejable comida del restaurante del Hospital), llegué a ese taller que es la Sala B a las 16:00h, siendo premiado por la reprimenda (más tarde confirmada como novatada) de la Adjunta que esa tarde regentaba dicha consulta, y un castigo simbólico en el que en vez de a las 22:00h tendría que hacer una hora extra como compensación a la hora “pérdida”.
Llegaron las 22:00 horas y me invitaron a irme. El castigo no era más que un órdago y a modo de pomada balsámica me explicó que ella también había hecho la especialidad de Médico de Familia y que sabía cómo puede ser una de esas jornadas desastrosas, así, que por fin, a la hora prevista, pude volver al hogar dulce hogar, para ver un capítulo de Perdidos y acostarme con el deber cumplido en una jornada complicada, en la que aprendí cosas que no vienen en los libros, como calmar e intentar comprender a un paciente nervioso, o ante el curso magistral que realicé en sala B donde me estrené en múltiples facetas, ya que hice una artrocentesis, suture mi primera herida real, en un paciente real (adiós le digo a las bayetas con las que se practicaba en la Facultad) , realicé sindactilias y sobre todo, a base de cornadas, aprendí que quién tropieza y no cae adelanta camino



LEY DE MURPHY.• Si algo puede salir mal, saldrá mal.


1. Nada es tan fácil como parece.

2. Todo lleva más tiempo del que usted piensa.

3. Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más perjuicios será la única que vaya mal.

4. Si usted intuye que hay cuatro posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad.

5. Cuando las cosas se dejan a su aire, suelen ir de mal en peor.





6. En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debería haber hecho antes.


7. Cualquier solución entraña nuevos problemas.


8. Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos.


9. La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta.

10. La madre Naturaleza es una lagartona.






domingo, 11 de octubre de 2009

Adrenalina

(escrito del 17 de Agosto de 2009)

Trabajar cuando el resto de la ciudadanía está disfrutando del ocio es duro, y mucho más si lo que se trae entre manos es la Feria de Málaga. Aunque a parte del descanso que se le da al bolsillo, mientras se trabaja uno puede hacer una visión global de lo que son las ferias, y toda la maquinaria orquestada que hay alrededor de ellas.

La ambulancia no es exactamente el frenesí que uno esperaba. Estamos acostumbrados a que la TV nos meta por los ojos la llegada fulgurante de la Ambulancia de turno, con el estruendo de la sirena y las luces, y en verdad es un servicio algo más descafeinado, en el que la mayoría de la “clientela” son personas mayores, que se encuentran solos y a los que en las largas noches, el miedo les viene a visitar. Enfermos pluripatológicos con fiebre, mocos, síntomas varios, en los que el principal padecimiento es el miedo a la soledad, a caer en el olvido.


Otra función de la Ambulancia es acudir a domicilios a confirmar un exitus, lo que viene siendo cerciorar que se ha producido una defunción. Llegar, comprobar y acompañar durante tan sólo unos pocos segundos el dolor de una familia rota por la pérdida.

Pero entre tanta rutina de avisos con poca acción, la Ambulancia, en plena noche de Feria me dio una oportunidad para sentirme actor por unos momentos, una situación para que la adrenalina se disparara. Casualidades de la vida, hay gente que parece que lleva un ángel a su lado en todo momento. Mientras volvíamos a nuestro refugio tras un aviso de unos vértigos, en sentido contrario vimos una humareda y una moto salir por los aires. Ese caprichoso juego que es el destino, parecía querer que la Ambulancia estuviera justo en ese momento, en el lugar y a la hora precisa. Tras un cambio de sentido frenético, tras saltar el adoquinado que separaba ambos sentidos de unas de las arterias circulatorias de Málaga, tirado en el suelo se encontraba un ciudadano, sin conciencia, sangrando por nariz y boca, y con una pierna sugerente de fracturas varias. Nunca me había preguntado cómo actuar ante una situación de estas, ni estoy seguro de cómo reaccione, pero lo cierto es que recuerdo la intensa sudoración y que sin saber exactamente lo que hacer hasta recuperar la calma, me sumé al trabajo de equipo de enfermera, el otro médico y conductor (una figura clave que no se limita a guiar la Ambulancia por las caóticas calles de Málaga). Coger una vía, inmovilizar, intubar, quitar el casco… minutos de tensión en los que no sabes si la persona que tienes entre manos saldrá adelante; agobio y presión, ante la mirada de viandantes curiosos que se arremolinan ante el espectáculo gratuito y morboso que se les brinda, ante coches que hacen tapón para ser testigos de primera mano, que el hombre que yace en el suelo es el dueño de una moto que se encuentra metros más adelante, echando humo y destrozada.

La sirena rompía el silencio de la madrugada, y las luces de la ambulancia ondeaban cortando el viento, de camino directamente a la Observación del Carlos Haya. Un camino en el que quizás por ese ángel que parece acompañarle, el afortunado motorista empezó a recuperar el sentido, saliendo de ese trance en el que parecía estar anclado, gracias en parte a la medicación y a ese caprichoso destino que le estaba esperando con una de sus malvadas sonrisas



Ni el paciente nos conoce, ni yo recuerdo su nombre, pero lo realmente bonito, es que durante unos minutos, su vida y las nuestras se cruzaron y fueron solo una. Una grata recompensa a las largas horas de estudio hasta llegar a poder asistir sucesos como los de esta noche, a las cosas que he perdido por el duro camino hasta poder empezar a recoger lo cosechado, y es que todo el que espera es porque sabe que la victoria es suya