jueves, 18 de marzo de 2010

Haciendo de R mayor

Sin saber exactamente cómo ni dónde han ido a parar, han pasado ya 10 meses desde que el Residente T arrancara la partida de ajedrez conocida como Residencia. 10 meses de subidas y bajadas, de montaña rusa en la que siempre hay una nueva curva que tomar

Decía Antonio Machado eso de “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, y vaya si estamos andando… sin darme cuenta ya soy casi más R2 que R1 y como dice Bunbury, las consecuencias son inevitables, por lo que ya he tenido que improvisar como experto inexperto que soy.

Varios han sido los recientemente examinados MIR que se han puesto en contacto conmigo, ya sea en persona (en el hospital o en plena guardia), o en la red náutica que es Internet, en la mayoría de las veces a través de correo o de Tuenti, de personas que no conozco pero sin saber cómo ni por qué se buscan la vida, al igual que hice hace justamente un año, donde empecé a comentar jugadas de elección de plaza con Anabel y Elena Porcel, anónimas desconocidas que ahora son compañeras e incluso amigas. Todos van con las mismas preguntas, las mismas dudas: cómo son los Centros de Salud, qué tal las guardias, preguntan que si te dejan sólo, cómo son las rotaciones, que tal el ambiente de trabajo… La manera de encarar un reto es completamente diferente en cada persona, así que no hay decisiones erróneas si uno está seguro de su elección: ver las cosas con optimismo lleva implícito que te guste lo que hagas y por lo tanto, que el sabor a la victoria te acompañe, salvo en los múltiples tropiezos que vendrán a lo largo de la aún no estrenada vida laboral.

Pero la escalada en el rango de responsabilidades, no sólo se iba a acompañar de consejos e informaciones. Llega el turno de remangarse los pantalones, y dejar de ser mochilas para ser mochileros. El 1 de Junio, los recién estrenados R1 debutarán en las Guardias de Policlínica, teniendo un mes de rodaje donde serán la sombra de los recién estrenados R2, que intentarán/emos, si el día lo permite, ir enseñando los entresijos, el funcionamiento y el manejo de pacientes y patologías que en esos primeros días pareces no poder nunca dominar

El tiempo lo relativiza todo. En el pasado Junio, era yo la sombra de un peculiar Tudor al que por aquel entonces veía cómo a un Dios, mientras me explicaba teorías patológicas y “extirpábamos” mi primer fecaloma (como diría Enrique Iglesias, toda una experiencia religiosa). Pero como prueba con gaseosa, hace unos días, me asignaron a una alumna de Sexto que estaba haciendo prácticas en Urgencias, para que me acompañara durante la mañana. La verdad es que debo de reconocer que uno se siente extraño dando explicaciones, contestando dudas, por lo que lejos de intentar impartir cátedra, lo que mejor podemos hacer es prepararnos y contar nuestra experiencia, para que cada nuevo médico vaya aprendiendo del de encima, como se ha hecho siempre y como a buen seguro se hará

Yo de momento ya me he comprado un buen libro de Electros para desde Junio poder responder con seguridad las mismas preguntas que yo tantas veces he realizado a la hora de enfrentarme al cuadriculado papel rosa con sus 12 derivaciones cardiacas


1 comentario:

  1. como pequeña estudiante, cuando ves a un residente siempre parece que un abismo te separa de lo que él/ella ya es xD pero como bien dices, es una especie de escalera :) y el aprendizaje es constante y el rodaje y todo ^^

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