Genéticamente nacimos predispuestos y con apellido, un lazo que no hemos elegido pero que nos hace formar parte de una familia, que en mi caso y en el mejor de los mismos, es un conjunto de individualidades que se potencian y se necesitan en iguales proporciones. Los afortunados a esta suerte familiar no tenemos mérito, no hemos elegido pertenecer a una o a otra, simplemente el azar o la divinidad ha elegido por nosotros.
Pero hay personas en la vida que se ganan a pulso el ser consideradas de la familia. No te apellidas así, pero perfectamente podrías haberte hecho conocer como un Toral Sánchez. Si alguna vez hubiera tenido un hermano (en el género masculino de la acepción) me hubiera encantado que fuera como tú, jugón, un fiel escudero, un leal amigo, una persona con mayúsculas, un gran compañero de viaje que me has acompañado o yo a ti a lo largo de los 22 años que llevamos conociéndonos, al principio como compañeros de clase, luego como amigos, para pasar a amigos del alma, amics, Zipi y Zape y desencadenar en el honorífico nombre de jugón.
La alineación de muchos factores han hecho que estos 20 meses que llevo en Málaga hayan sido inolvidables. Amistades, un buen trabajo, independencia… pero todo ello gracias en gran medida al motor invisible de tu presencia en la sombra. Quién sabe si el subconsciente tomara en cuenta tu ubicación para elegir esta ciudad… Pero lo que sí está claro que los primeros pasos fueron a tu lado, siendo el Rómulo y Remo, el Quijote y Sancho Panza, como una madre que cuida de su polluelo, que ve como aprende a volar y contempla un batir de alas imperial pero siempre lo vigila desde la distancia.
Pero el éxito no es de los cobardes. Un hombre debe partir para poder volver, y el camino se hace al andar. Dejarse llevar es muy fácil, suena demasiado bien. Mañana pones un punto y coma a una etapa de tu vida. Podía haber sido un cambio drástico, dramático, pero tú lo has hecho sereno, elegante, natural. Al igual que tu venerado Raúl, el 4 de Fonsa dice “hasta luego” con la certera seguridad de que uno está donde su corazón quiera estar, y a buen seguro que un trocito del nuestro, el mío y el de todos los tuyos harán la maleta y se irán contigo, tanto a Munich como a Tokyo.
Podría decirte muchas cosas, pero no lo haré ya que no hace falta hablar ni escribir. El éxito es de los valientes y te está esperando. Quién sabe dónde terminarán nuestros destinos finalmente, pero lo que está claro es que nos vemos en el camino, con paradas en Alemania y Japón. Será legendario
Sayonara jugón!
(no todo van a ser Beefeater. Éramos, somos y seremos unos deportistas)
(en la Granja de Segovia. Ha llovido desde entonces...)
(la próxima, con Mourinho)
(primera salida en Málaga)
(última foto antes de la partida)
Joer Juan que romantico..... Yo quiero ser tu amigo para que me esccribas.
ResponderEliminarTe has ganado el titulo de escritor :D
voy a llorar...que bonito...yo quiero tambien una amigo asi para que me escriba esas cosas....PiLi M.
ResponderEliminarChapeau amic. Nada más.
ResponderEliminarJugón, aquí estoy esperando para embarcar hacia Tokyo. Cuando se me olvide por qué te llamo Jugón, leeré estas líneas.
ResponderEliminarGracias amigo del alma!!