jueves, 7 de junio de 2012

Moxibustión


“No te acostarás sin saber una cosa más”

Bien podría ser este refrán la cabeza de la entrada de hoy, y es que todos los días, cuándo y de dónde menos te los esperas terminas siendo sorprendido por un “hallazgo” que te hace saciar la curiosidad diaria del conocimiento.

Aprovechando la calma “chicha” del final de mañana en la consulta de Medicina General de Colmenar, aproveché una hora para aprender de la Matrona. Como si de una nodriza se tratase me arrimé a ella para escuchar los típicos consejos puerperales a madres primerizas que tan bien te hacen quedar y tantos puntos te pueden llegar a dar de cara a algún familiar cercano: lactancia materna, sacaleches, posturas y hábitos de sueño, ejercicios postparto, cuarentena… Debo de reconocer que por la imagen estereotipada y precocinada de usar y tirar que nos forjamos, no fui con demasiadas expectativas a su consulta: unos cuantos consejos para andar por casa y poco más.

Pero de repente y sin esperarlo, me encontré de bruces con la cultura china milenaria, en la técnica de la MOXIBUSTIÓN, que jamás había escuchado ni conocido sobre su existencia.

Debo de reconocer que no soy un seguidor de la medicina oriental. Soy, o al menos se me presupone ser, tan científico como empírico y mi dogma hipocrático en el que me forjé estudiándolo dista muy mucho de técnicas virtuosas con más fe que fondo para mi vista médica reducida como el campo visual de un asno. Pero hasta donde mi ignorancia puede llegar a entender, comprendo que técnicas indoloras e inertes pueden ser una opción para resolver “preguntas” para las que la Ciencia no tiene “respuestas”.

Allí estaba ella, gestante añosa de 36 semanas de gestación. Con su embarazo avanzado  y su futura niña de nalgas, como retando al mundo enseñándole el culo. Una situación que parece forzar una cesárea para la que hay un resquicio rasgado como los ojos de esos chinos que intentan dar respuestas fundamentadas a este “milagro” oriental.

-       Según estudios realizados en España, con la Moxibustión se ha conseguido un 40% de cambios posicionales fetales que han pasado de nalgas o cefálica- me dice la Matrona mientras intento disimular con cara de jugador de póker mi ignorancia sobre la técnica que me estaba presentando.

Y en esas estamos cuando la paciente saca de su bolso unas barritas que parecen de incienso que según dice las ha conseguido por Internet desde Andorra.

-       La clave de esta técnica es prender con un mechero la barra, y acercarla tanto como la paciente aguante a la cara externa del primer dedo de cada pie hasta que ella tolere el calor, cambiando en ese momento al otro. Y repetir el proceso al menos 10 minutos.- ilustra la Matrona.

La barra que se enciende y empieza a aromatizar la consulta con un olor a herbolario adictivo. La paciente que avisa arrugando la nariz que debe de ir cambiando de pie, y su marido que aprende junto a mí la técnica y sustituye a la matrona como mano ejecutora de un pie a otro.

Desconozco en profundidad la posible “explicación” que justifique un hipotético cambio posicional fetal; quizás sean los puntos de vitalidad, el yin o el yang, o tan sólo las esperanzas que se les dan a estar mujeres que sirven del empujoncito definitivo para que el niño, quizás aburrido de sentir la amenaza de que los dedos de su madre se quemen se decante por hacer una voltereta y cambiar culo por cara para hacer en muy pocas semanas su aparición estelar.


(Y ahora, aprovechando esta técnica, voy a rescatar algo más para compartir con vosotr@s esto de la MOXIBUSTIÓN)
 (Wikipedia)
La moxibustión (chino simplificado y tradicional: pinyin: jiǔ) es una terapia de la medicina oriental que utiliza la raíz prensada de la planta altamisa o artemisa a la que se le da forma de cigarro puro denominado moxa. Juega un importante rol en los sistemas de medicina de China, Japón, Corea, Vietnam, Tíbet, Mongolia. Los proveedores usualmente envejecen la altamisa y la muelen hasta convertirla en polvo; y los practicantes lo queman o lo procesan aún más en escamas que recuerdan a cigarros. A veces lo usan indirectamente, con agujas de acupuntura, y otras lo queman "sobre" la piel del paciente.
El 16 de noviembre de 2010, la Unesco declaró la moxibustión y la acupuntura china como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Los practicantes usan moxa para entibiar regiones y puntos de acupuntura con la intención de estimular el sistema circulatorio a través de puntos e induciendo un flujo mejorado de sangre y qi. Sería que la altamisa actuaría como emenagogo, significando una estimulación sanguínea en la zona pélvica y el útero. Se asegura que la moxibustión actúa contra resfríos y descomposturas, y también hay evidencia de servir al posicionamiento "de cabeza" del feto que se está presentando "de nalgas" con parto distócico.
Los historiadores de la medicina aseguran que la moxibustión es previa a la acupuntura, y el suplemento de la moxa es después del 200 a. C.


PDF informativo sobre la Moxibustión:


Estudio en contra de la Moxibustión:
La moxibustión es una terapia que se encuadra dentro de la Medicina Tradicional China y aplica calor estimulando puntos específicos del cuerpo. Una de las aplicaciones de esta terapia sería la de ayudar al feto que está de nalgas, a darse la vuelta y colocarse correctamente para el parto.
Sin embargo parece probado que su uso, en esta situación, no es efectivo.  Al menos no lo es más que la propia naturaleza. Para realizar el estudio que se ha publicado en Obstetrics & Gynecology, los investigadores contaron con un grupo de 212 embarazadas entre 34 y 37 semanas y cuyos fetos se hallaban en posición podálica (de nalgas).
La medicina occidental cuenta con una técnica llamada versión cefálica externa (VCE). Es una maniobra que hace un médico o una partera sobre la tripa para que el feto se coloque de cabeza. Se realiza en la semana 37 y funciona entre el 30 y el 80 por ciento de las veces, dependiendo de quien y donde se haga. Los médicos suelen optar por una cesárea  cuando el bebé viene de nalgas para evitar los riesgos que tendría el parto.
El grupo de estudio se dividió en dos subgrupos al azar. Uno de los grupos recibió tratamiento con moxibustión y el resto actuó como grupo de control. Todas ellas tuvieron la posibilidad en la semana 37 de acceder al VCE. El resultado fue que un 18 por ciento de los fetos cuyas madres habían recibido moxibustión, se colocó antes del parto o de la VCE programada. En el otro grupo lo hicieron el 16 por ciento de los bebés. Por tanto la diferencia no es estadísticamente significativa.
Los investigadores que también descubrieron más movimientos fetales, que podrían ser beneficiosos, al aplicar la moxibustión, consideran no recomendar ni utilizar esa práctica con las embarazadas de su hospital.




(El vídeo no es para cambio fetal sino para dolor muscular de espalda, pero siga como ejemplo de la técnica en sí)

2 comentarios:

  1. Evita Jiménez Adán8 de junio de 2012, 23:26

    Increible! Podría ser la solucion para disminuir el numero de cesáreas!!jaja! Yo no sé si funcionará pero hay algunas chinas que se toman potingues para dilatar rápido, y paren rápido aunque los niños tengan la cabeza de Sin-Chan!
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