Una
de las cosas que más coraje da en una guardia de ambulancia es que te saquen a
la calle a 10 minutos de terminar tu jornada de trabajo: que sean las 7:50h y
hayas tenido una noche de frío y visitas a domicilio varias y suene el busca indicando
una alta prioridad por intento autolítico. Toca salir de la litera a la que aún
no te has acomodado en las pocas cabezadas que has podido dar, ponerte el
abrigo y subirte a la ambulancia mientras miras los 10 minutos que faltan para
terminar tu turno, al mismo tiempo que “lamentas” la mala suerte, ya que sabes,
que tu jornada se prolongará más allá de las 8:00 aM cuando tanto el cuerpo
como la mente te piden llegar a tu casa y descansar.
Finalmente
y pasado el tiempo añadido de tu guardia, llegas al domicilio y te encuentras a
la paciente algo aturdida por la ingesta masiva de benzodiacepinas. Es curioso
el egoísmo del ser humano, ya que al abrir la puerta y tras ver que el panorama
no se ajustaba a la extrema gravedad que te habían comentado desde la
coordinación que te pasó el aviso al busca, uno tiene la sensación de
manifestar su estéril frustración, ya que piensas que de haber tardado 10
minutos en ir no hubiera pasado nada, y en vez de tu equipo de guardia hubieran
ido tus compañeros de relevo, ya que la paciente se encontraba sentada en el
sofá de su salón con su hermana que fue la que avisó al dispositivo de
Emergencias.
Finalmente
decides morderte la lengua y tragarte el veneno de la falta de sueño. Exploras
a la paciente, tomas las constantes, constatas que su exploración neurológica
está dentro de la normalidad aunque esté algo aletargada, y cuentas el blíster
de pastillas para saber cuántos miligramos se ha tomado del principio activo en
cuestión, al mismo tiempo que decides trasladarla al hospital para que reciba
el antídoto del carbón activado y la posterior valoración por el equipo de
Salud Mental. Sales de la casa informando a la familia del plan a seguir y te
das cuenta que una niña pequeña se asoma con timidez al quicio de la puerta del
pasillo para informarse en la medida de lo posible de los extraños
acontecimientos que se están produciendo tan temprano.
Y en
la soledad de la parte trasera de la ambulancia durante el traslado, la
paciente que pudiera ser tu hermana mayor te cuenta su historia entre lágrimas,
su desesperación y el impulsivo acto que le ha llevado a intentar terminar con
todo. Te indica que no puede más, que está sin trabajo, separada y con dos
hijas pequeñas, que las deudas le están ahogando y que no puede pagar el piso
por lo que tendrá que salir de él, llevándose sus cosas, a sus hijas y a su
vida a un lugar sin coordenadas ni destino.
Y es
en ese momento en el que das las gracias de no haber mostrado las molestias de
haber recibido la orden de este aviso a 10 minutos de terminar tu guardia, de
haber retenido el impulso de haber mostrado tu descontento al ver a la
paciente.
Finalmente
son más de las 8:30 de la mañana cuando dejas a la paciente en el hospital.
Terminas tu guardia y vuelves a casa en tu coche pensando en la crudeza de la
realidad social que viven muchas personas, mientras rescatas los silencios, las
confidencias y las lágrimas vividas en la parte trasera de la ambulancia. Te
tumbas en la cama cansado pero sin poder dormir, mientras rumeas lo sucedido y
exclamas justicia social.
No
podemos seguir tolerando esto: la corrupción en las altas esferas, los rescates
multimillonarios bancarios, el pío pío yo
no he sido de los políticos pillados con las manos en la masa, el abuso del
poder de la aristocracia figurada…mientras el pueblo llano, el que trabaja e
intenta levantar al país al mismo tiempo que intenta solventar su situación
particular, recibe el peso inexorable de la ley, la tiranía de la letra pequeña
de los Reales Decretos,…
#stopdeshaucios
Que bien escribes y te expresas...
ResponderEliminarque historia mas triste..hay tanta gente que lo está pasando tan mal...muy bien descrito Toral, como siempre, impecable.
ResponderEliminarSe nota q el l post te ha salido de las tripas. corto pero contundente. y ademas buen medico por saber encajar correctamente la mala hora del aviso.enhorabuena!
ResponderEliminarLLeno de ácido biliar. En ocasiones se agradecen los silencios!
EliminarTristeza y rabia. Hay que pasar a la acción a todos los niveles.
ResponderEliminarMuchas gracias. Es sangrante #ILPnosetoca
ResponderEliminar