viernes, 3 de julio de 2009

Sólo ante el Peligro

(escrito el 24 de Junio de 2009)

Gatear es el primer paso para aprender a caminar. Se acabó ese periodo de prueba, tras un mes como aspirantes a médicos, cuando Julio marque su primer día, seremos “los mejores médicos”, los que más saben, los que más seguros se muestran, los que cogen el capote y se ponen a lidiar con esos morlacos que llegan a la puerta de Urgencias a modo de pacientes.

La naturaleza es cruel con sus nuevos seres, ya que en sus primeros momentos de vida, las nuevas criaturas deben aprender a sobrevivir por ellos mismos, en esa jungla que es la madre fauna. Para nosotros, los Residentes del Carlos Haya, este cambio no ha sido tan traumático. Cierto es que una guardia supone convencimiento, fuerza, coraje y sobre todo muchos nervios e incertidumbre ante el reto que es cada paciente, pero también es cierto, que se agradece ese mes de gentileza dado por los altos cargos para dejar el nido vacío sin esa sensación traumática de desconsuelo

Tras 8 días de curso, se supone que somos unos expertos en todo lo relacionado con las Urgencias hospitalarias. 40 horas lectivas en las que hemos abarcado todo lo que a groso modo es la piedra angular de unas Urgencias, de las que en Julio seremos sus principales valedores, ya que la proporción 6-6 se romperá en un inquietante 5-3 a favor de los R1. Un curso que deja una sensación de vacío, ya que tras escuchar charla tras charla, tras ver diapositiva tras diapositiva, tras recordar los tiempos no tan lejanos de Universidad, servidor tan sólo recordará con agrado las charlas de Urología y de Electrocardiografía, ese gran desconocido del que ya tenemos las herramientas necesarias para enfrentarnos a él con algún tipo de garantías. El resto, útil por su fondo pero poco interesado por las formas, aunque bueno, a caballo regalado no se le mira el diente, y tenemos que agradecer que aunque tarde, se haya hecho un curso que demandábamos para utilizarlo como parapeto, como seguro de vida, como ese Valium de 5mg sublingual a modo de ansiolítico.
La carrera de fondo está a punto de comenzar. Hasta ahora, sólo estábamos haciendo el calentamiento, pero ya estamos en la línea de salida, esperando un pistoletazo que tendrá lugar en cuestión de horas. La hora de los valientes, de los toreros, pero sobre todo, la hora de los prudentes, cada paciente es un mundo y pese a no tener miedo, no podemos perder un respeto imprescindible para evitar unos disgustos que seguro que a lo largo de nuestra profesión médica aparecerán.

Se acabaron los cursos, se acabaron las gentilezas, empieza realmente lo bueno, por lo que nos hemos tirado toda una vida estudiando. A partir de ahora, las Urgencias de Málaga serán nuestras, que Dios nos pille confesados.

Hoy me siento como Gary Cooper en “Sólo ante el peligro”, pero como diría Juan Luís Guerra, me sube la bilirrubina. Yes, We Can!!

2 comentarios:

  1. Lo que tienes que pensar es que por fin se cumplen tus objetivos y veras como todo lo solucionas perfectamente, como un autentico profesional, que es lo que eres, un beso

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  2. Más bien, que pille confesad@s a l@s pacientes, jeje...Mucha suerte, nucha calma y deja que tu sentido común te guíe...Salu2!!

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