(24 Mayo ´11)
El telón cae sobre las tablas del escenario imaginario de las Urgencias del Carlos Haya. Tras dos años de ardua dedicación, llegó el momento del punto y aparte, de ese adiós que quizás no sea más que un hasta luego.
Todos los comienzos son tal porque tarde o temprano les suceden un final. Este tenía fecha de caducidad. Cuando con los nervios de un novio primerizo ante su primer secreto de confesión bajo las sábanas inicié esta aventura de las guardias de puerta como “mirón” bajo las faldas de Tudor sabía que este momento llegaría a final del segundo año de residencia. Dos años por delante que proyectaban una larga sombra que impedían ver en ese punto de partida el final. Rotaciones, guardias y más guardias, vacaciones, pacientes… sensaciones y vivencias que han avanzado de manera implacable hasta poner el final en la guardia de este martes.
Hoy se cierra un ciclo feliz. Feliz al cuadrado. Feliz por la satisfacción del trabajo bien hecho. Feliz por todo lo aprendido (en cada guardia se aprendía algo nuevo aunque a última hora creyeras tener todo bajo control). Feliz por ver la satisfacción general con la que los pacientes se marchaban de las consultas (excepciones, haberlas hailas). Feliz por todas las risas que me he echado con pacientes, familiares y compañeros del Hospital. Feliz por los regalos prometidos como aquel paciente que me quiso recompensar con una botella de ginebra o el que me metió 10 euros en el bolsillo a modo de gratificación. Feliz por las enfermedades de importancia y vitales que he diagnosticado a tiempo (algunas otras habré pasado por alto). Feliz por cerrar estos dos años sin ninguna reclamación. Feliz por haber aprendido a dar malas noticias. Feliz por las exploraciones y formas de entrevistar a los pacientes aprendidas que me han hecho crecer como médico y persona. Feliz por haber trabajado con el equipo de Adjuntos con el que he compartido las duras jornadas de 24 horas. Feliz por haber conocido a Lucas o a María Tronquito (dos grandes usuarios de la Poli). Feliz por los relevos solucionados de primera hora de la mañana. Feliz por los pacientes “puro” que con la misma pena que gloria conseguí sacar para adelante. Feliz por haber aprendido a manejar una medicación que al principio me parecía un mundo…y sobre todo, feliz por haber conocido a tantos compañeros de trabajo, con sus virtudes y sus defectos, por haber tenido la oportunidad de conocerlos mejor, de encontrar amigos en medio de la jungla que pueden resultar ser las Urgencias de un macroHospital de tercer nivel como este del Carlos Haya.
Conozco compañeros (la mayoría, todo hay que decirlo), que ven en este final un canto de liberación. La temida Poli, las insufribles guardias, las duras madrugadas…A todos ellos, mis felicitaciones por haber llevado con entereza este trance que forma como médicos en general pero que poco lustre da para la especialidad en particular.
Pero también hay otros (los menos) como yo, que afrontan este final de ciclo con una sensación agridulce de satisfacción y añoranza. Satisfacción por haber llegado hasta aquí y ser R3, por centrarnos en las guardias en Observación, por seguir creciendo…y añoranza por dejar atrás todas las cosas buenas vividas hasta la fecha.
Gran equipo de guardia para poner el broche final a la Policlínica. Mi hermano en esto de la Medicina en Málaga Juampi como primer espada, escoltado por un equipo de R1 de lujo: Dario, Juan Paz, Luis, Jesús, Marian y Bea (la tapada). Al equipo de la Observa que nos acompañó en este día para no olvidar: Pino, Cristina, Rafa y Lola; y a las Adjuntas que nos guiaron en esta despedida: Gema y Paqui.
Aprovecha esta entrada para agradecer a todos los compañeros de mi año, a los de un año superior que aguantaron nuestra torpeza inicial en nuestro debut, a los residentes de un año menos al mío con los que he compartido este último año; a los adjuntos que me enseñaron su forma de ver y tratar a pacientes; a los especialistas que interrogaban al otro lado del teléfono, a los que bajaban sin poner ningún pero a valorar a un paciente, a los que ponían problemas y más problemas, a los que directamente ni bajaban. Gracias a todos y cada uno de ellos (vosotros) se gran parte de lo poco que se.
Recuerdos que cada uno llevará consigo, que serán compartidos allá donde el destino nos lleve finalmente. Versa una canción de Sabina que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver… Quién sabe si ese día alguna vez llegará y tocará volver… mientras tanto, este adiós no es más que el primero de los que aún quedan por llegar.
Cierro esta entrada con algunos de las entradas más significantes que han acontecido en estos dos años que he hecho de guardias de puerta
1/06/09 Primera guardia, como "mochilero", con Tudor de maestro de ceremonias
12/06/09 Todos nos hemos enfrentado a este delicado momento. Primera guardia solo ante el peligro. Por fin "médico de verdad"
28/12/09 Las Urgencias dan para inocentadas como esta que viví en primera persona (dedicado para el Nacho y Alfredo)
Inocente, inocente: test de Graham
28/01/10 Mi primer gran debate ético. Detectar un caso de violencia de género. ¿Denunciar?
Violencia de Género: mi primer gran debate ético
2/02/10 Qué cosas se ven en Urgencias... A deleitarse con estas jugosas radiografías
Radiografías curiosas: ver para creer
25/05/10 Mi gran metedura de pata en estos dos años. De todo se aprende. No volveré a escribir “en caliente” ya que la realidad se puede desvirtuar… Perdón para quién le corresponda
Última guardia en el Hospital Civil
22/06/10 Mi primer regalo de un paciente (al final no llegué a recibirlo)
24/08/10 Reflexión personal sobre los atascos que se forman en Urgencias. El sistema debe cambiar
Atasco en las Urgencias: guardia para reflexionar
5/09/10 La muerte es dura… y más si la vives en primera persona
11/11/10 Todo médico ha soñado con su primera cardioversión
Cardioversión: una nueva primera vez
16/12/10 Porque siempre hay algún paciente que te marca…
24/12/10 Nochebuena de Guardia, y encima como Pediatra. Cosas de la Sanidad...
18/05/11 Porque todos nos tenemos que enfrentar en algún momento a dar malas noticias
Dar malas noticias: Meningioma
19/05/11 Despidiendo de la Poli a un buen amigo: Tomás
Despedidas Urgencias: Tomás, el gran Tomás
Colorín colorado, este cuento se ha terminado
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