Lo bueno si es breve, dos veces bueno. Este sábado tocaba viaje exprés para disfrutar del bien tan preciado que es la familia con punto intermedio de reencuentro en Roquetas. 24 horas para ir y venir, 24 horas para disfrutar del calor de dos apellidos y la sonrisa de un fenómeno por sobrino que se vieron "enfurecidas" por los malditos atascos que me hicieron tenerme retenido dos horas entre idas y venidas.
Aprovecho esta entrada (que ningún cargo público leerá) para sumarme a las quejas de los vecinos de Torrenueva (Granada) que tienen una pancarta por bandera: "!TORRENUEVA NECESITA LA AUTOVÍA YA!). Hartos de ver como su pueblo se parte en dos mitades separadas por ese río eterno de automóviles que perturban en verano el rincón costero del que no pueden llegar a disfrutar, de ver como la rutina de la siesta del estío se abnega de tubos de escape, de cláxones que suenan desesperados ante tanta retención...
Andalucía, la comunidad del eterno sol, de la alegría desbordante, del arte como religión...La misma Comunidad en ocasiones tan olvidada que ven como en trayectos como la autovía A-7 tiene más de 20 kms de carretera de travesías contínuas, de pueblos costeros, de un hilero de hormigas que se suceden como si en una procesión de Semana Santa estuvieran de vuelta al hogar, a casa, en mitad del calor, del cansancio y de la impotencia hecha atasco.
Pues yo me sumo a su causa. !Torrenueva necesita la autovía ya!
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