“No
te acostarás sin saber una cosa más”
Bien
podría ser este refrán la cabeza de la entrada de hoy, y es que todos los días,
cuándo y de dónde menos te los esperas terminas siendo sorprendido por un
“hallazgo” que te hace saciar la curiosidad diaria del conocimiento.
Aprovechando
la calma “chicha” del final de mañana en la consulta de Medicina General de
Colmenar, aproveché una hora para aprender de la Matrona. Como si de una
nodriza se tratase me arrimé a ella para escuchar los típicos consejos
puerperales a madres primerizas que tan bien te hacen quedar y tantos puntos te
pueden llegar a dar de cara a algún familiar cercano: lactancia materna,
sacaleches, posturas y hábitos de sueño, ejercicios postparto, cuarentena… Debo
de reconocer que por la imagen estereotipada y precocinada de usar y tirar que
nos forjamos, no fui con demasiadas expectativas a su consulta: unos cuantos
consejos para andar por casa y poco más.
Pero
de repente y sin esperarlo, me encontré de bruces con la cultura china milenaria,
en la técnica de la MOXIBUSTIÓN,
que jamás había escuchado ni conocido sobre su existencia.
Debo
de reconocer que no soy un seguidor de la medicina oriental. Soy, o al menos se
me presupone ser, tan científico como empírico y mi dogma hipocrático en el que
me forjé estudiándolo dista muy mucho de técnicas virtuosas con más fe que
fondo para mi vista médica reducida como el campo visual de un asno. Pero hasta
donde mi ignorancia puede llegar a entender, comprendo que técnicas indoloras e
inertes pueden ser una opción para resolver “preguntas” para las que la Ciencia
no tiene “respuestas”.
Allí
estaba ella, gestante añosa de 36 semanas de gestación. Con su embarazo
avanzado y su futura niña de nalgas,
como retando al mundo enseñándole el culo. Una situación que parece forzar una
cesárea para la que hay un resquicio rasgado como los ojos de esos chinos que
intentan dar respuestas fundamentadas a este “milagro” oriental.
-
Según estudios realizados en España, con la
Moxibustión se ha conseguido un 40% de cambios posicionales fetales que han
pasado de nalgas o cefálica- me dice la Matrona mientras intento disimular con
cara de jugador de póker mi ignorancia sobre la técnica que me estaba
presentando.
Y en
esas estamos cuando la paciente saca de su bolso unas barritas que parecen de
incienso que según dice las ha conseguido por Internet desde Andorra.
-
La clave de esta técnica es prender con un
mechero la barra, y acercarla tanto como la paciente aguante a la cara externa
del primer dedo de cada pie hasta que ella tolere el calor, cambiando en ese
momento al otro. Y repetir el proceso al menos 10 minutos.- ilustra la Matrona.
La
barra que se enciende y empieza a aromatizar la consulta con un olor a
herbolario adictivo. La paciente que avisa arrugando la nariz que debe de ir
cambiando de pie, y su marido que aprende junto a mí la técnica y sustituye a
la matrona como mano ejecutora de un pie a otro.
Desconozco
en profundidad la posible “explicación” que justifique un hipotético cambio
posicional fetal; quizás sean los puntos de vitalidad, el yin o el yang, o tan
sólo las esperanzas que se les dan a estar mujeres que sirven del empujoncito
definitivo para que el niño, quizás aburrido de sentir la amenaza de que los
dedos de su madre se quemen se decante por hacer una voltereta y cambiar culo
por cara para hacer en muy pocas semanas su aparición estelar.
(Y ahora,
aprovechando esta técnica, voy a rescatar algo más para compartir con vosotr@s
esto de la MOXIBUSTIÓN)
La moxibustión (chino simplificado y tradicional: 灸, pinyin: jiǔ) es una terapia de la medicina oriental que utiliza la raíz
prensada de la planta altamisa o artemisa a la que se le da forma de cigarro puro denominado moxa.
Juega un importante rol en los sistemas de medicina de China, Japón, Corea, Vietnam, Tíbet, Mongolia. Los proveedores usualmente envejecen la altamisa y
la muelen hasta convertirla en polvo; y los practicantes lo queman o lo
procesan aún más en escamas que recuerdan a cigarros. A veces lo usan indirectamente, con agujas de acupuntura, y otras lo queman "sobre" la piel del
paciente.
El 16 de noviembre de 2010,
la Unesco declaró la moxibustión y la acupuntura china como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Los practicantes usan moxa para
entibiar regiones y puntos de acupuntura con la intención de
estimular el sistema circulatorio a través de puntos e
induciendo un flujo mejorado de sangre y qi.
Sería que la altamisa actuaría como emenagogo, significando una estimulación sanguínea en la zona pélvica y el útero. Se asegura que la moxibustión actúa contra resfríos y
descomposturas, y también hay evidencia de servir al posicionamiento "de
cabeza" del feto que se está presentando "de nalgas" con parto
distócico.
Los historiadores de la medicina aseguran que la moxibustión es previa a la
acupuntura, y el suplemento de la moxa es después del 200 a. C.
PDF informativo sobre la
Moxibustión:
Estudio en contra de la Moxibustión:
La moxibustión es una terapia que se encuadra dentro de la Medicina
Tradicional China y aplica calor estimulando puntos específicos del cuerpo. Una
de las aplicaciones de esta terapia sería la de ayudar al feto que está de
nalgas, a darse la vuelta y colocarse correctamente para el parto.
Sin embargo parece probado que su uso, en esta situación, no es
efectivo. Al menos no lo es más que la propia naturaleza. Para realizar
el estudio que se ha publicado en Obstetrics & Gynecology, los
investigadores contaron con un grupo de 212 embarazadas entre 34 y 37 semanas y cuyos fetos se hallaban
en posición podálica (de nalgas).
La medicina occidental cuenta con una técnica llamada versión cefálica
externa (VCE). Es una maniobra que hace un médico o una partera sobre la tripa
para que el feto se coloque de cabeza. Se realiza en la semana 37 y funciona
entre el 30 y el 80 por ciento de las veces, dependiendo de quien y donde se
haga. Los médicos suelen optar por una cesárea cuando el bebé viene de
nalgas para evitar los riesgos que tendría el parto.
El grupo de estudio se dividió en dos subgrupos al azar. Uno de los grupos
recibió tratamiento con moxibustión y el resto actuó como grupo de control.
Todas ellas tuvieron la posibilidad en la semana 37 de acceder al VCE. El
resultado fue que un 18 por ciento de los fetos cuyas madres habían recibido
moxibustión, se colocó antes del parto o de la VCE programada. En el otro grupo
lo hicieron el 16 por ciento de los bebés. Por tanto la diferencia no es
estadísticamente significativa.
Los investigadores que también descubrieron más movimientos fetales, que
podrían ser beneficiosos, al aplicar la moxibustión, consideran no recomendar
ni utilizar esa práctica con las embarazadas de su hospital.
(El vídeo no es para cambio fetal sino para dolor muscular de espalda, pero siga como ejemplo de la técnica en sí)
Increible! Podría ser la solucion para disminuir el numero de cesáreas!!jaja! Yo no sé si funcionará pero hay algunas chinas que se toman potingues para dilatar rápido, y paren rápido aunque los niños tengan la cabeza de Sin-Chan!
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