(12 Mayo ´12)
Cuando
Manuel Serrano cruzaba la línea de meta en primer lugar, saltando y eufórico
por su gesta coronada en 9h14min42 seg, otros se batían aún por el “desierto”
hacia el infinito del 101.
Nuestro
bautismo en esta prueba en mayúsculas, el reto de nuestras vidas, la
experiencia de las experiencias, el desafío definitivo. Acompañados por los
7496 valientes “cientouneros” que decidieron compartir este inolvidable 12 de Mayo de 2012
junto a nosotros, iniciamos el sábado a las 11:00h de la mañana el 101 de
Ronda que organiza de manera brillante y admirable la Legión. 24 horas por
delante para recorrer los infernales 101 kms en los que calor, cabeza y piernas
serán compañeros de viaje junto a la ilusión, superación y amistad que se
fomenta en cada momento de debilidad. Junto a mis cuatro compañeros de viaje:
mi fratelo Nacho, mi hermano Jose Antonio, mi primo Fernando
y el gran Gabi. Un equipo superlativo que hizo camino al andar: que paró cuando el
compañero lo necesitaba, que le dolió a todos la rodilla de Nacho, la cojera de
Gabi, las ampollas de Jose Antonio. Que comió y se hidrató como si cada punto
de avituallamiento fuera el último de la carrera; que se agarró al empedrado
cuando las cuestas marcaban un desnivel del 30% y las rodillas amenazaban con
decir basta. Que nos abrigamos cuando se hizo de noche y que nos iluminamos
unos a otros el camino hacia la meta con los frontales que abrían el camino
inmediato que teníamos hacia la meta.
Una
experiencia inolvidable, un día para el recuerdo. El dolor es pasajero pero la
gloria permanecerá para siempre. Recuerdo el atronador ruido del miedo en el
estadio antes de la salida, el bullicio de los participantes cuando el
pistoletazo marcó la salida, el desgarrador grito del speaker cuando pasábamos
por la línea de salida y decía: "son los putos héroes de este 101". Recuerdo la
cara de Nacho en el Km 40 cuando dijo que no podía, que la rodilla no le daba para
más; la tensión de esos kilómetros que se hicieron eternos bajo un calor asfixiante
que llegó en ese sábado a marcar 38º. La caída de la noche cuando aún no
habíamos llegado al sitio donde habíamos dejado las mochilas y los frontales, el temor de
quedarnos a oscuras. La llegada a Setenil, el cambio de mochilas, el andar
viendo tan solo los dos metros de luz que salen de tu cabeza. El ver al
compañero andar a tu lado aturdido. El ver a otros participantes vomitando en la
cuneta. El recordar los furgones de la Legión cargados de corredores que vieron
imposible su sueño de volver victoriosos a Ronda. Recuerdo la dura madrugada, nuestra
llegada al cuartel donde cenamos a las 4:00h mientras hacíamos cálculos sobre
si llegaríamos a tiempo a la meta antes de las 24 horas establecidas.
El volver a marchar tras ese descanso, el recordar como los músculos castigados se habían quedado entumecidos. El ver como el compañero ya no puede más por la paliza y hace la goma. El amanecer con
la “terrible” sensación de 11 kms eternos para poner el broche final a esta
agonía heroica. El avanzar hasta las faldas de la cuesta del Cachondeo, el
subir el Tajo de Ronda a ritmo y esperar arriba al resto de compañeros de
equipo para abrazarte a ellos y preparar los metros que te separan de la Alameda de Ronda. Pero sobre todo recuerdo los aplausos por las calles de
Ronda de la gente del lugar, ese grito de un viejo: “¡equipo unido jamás será
vencido!”, la admiración de la gente y los entendidos que te ven con el mismo
mérito o incluso más que el ganador por llegar los 5 compañeros juntos pese a las
múltiples crisis que vivimos. Y ese tiempo con el que cruzamos la meta de 23 h
05 min 15 seg.
Luego
recuerdo menos cómo volvimos al camping, como me quedé dormido en el trayecto,
como me duché mientras me curaba las ampollas y cómo no había parte del cuerpo
que no me doliera. Lo que si recuerdo es dormir hasta bien entrada la tarde del
domingo y recuerdo esa sensación borrosa de lo vivido como un bonito sueño. Objetivo cumplido. Una agonía heroica
Grande ekipoooo
ResponderEliminarQué grande. Me duele de ver el dolor. Ufff
ResponderEliminarHola, enhorabuena, por llegar el equipo junto y por la maravillosa forma en que lo has contado, emocionado estoy escribiendo esto..., podrías dejar el enlace o ponerlo también en el foro de los 101.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha gustado vuestro testimonio grafico y como evoluciona vuestro animo. Me hace recordar mi propia experiencia aunque esta fuera individual y eso me permitiera adaptarme a mis propias sensaciones y debilidades. Por contra, solo comparti estas, con algunos corredores en algunos tramos de los 101 km.
ResponderEliminarGracias.
Muy buen video, un testimonio grafico muy interesante.
ResponderEliminarEnhorabuena campeón, y al resto de tu equipo...Está claro que el poder está en la mente. Espero que sigas consiguiendo tus retos.
ResponderEliminarEfectivamente...los últimos 20-30 kms de la carrera no se hacen con las piernas sino con la cabeza. Gracias a las enseñanzas de los terapeutas del alma las cuestas son menos empinadas
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