jueves, 12 de abril de 2012

La Inspección


(13-20 de Febrero ´12)


Pues la carrera profesional de Medicina me sigue demostrando día a día que no todo es dos más dos son cuatro.

Esta semana tocaba dejar a un lado la dinámica del Centro de Salud en la que ya estoy inmerso en cuerpo y alma y acudir a la Inspección Médica, una visión totalmente opuesta sobre una misma realidad (o problema).

En esta sociedad polimedicada que enferma con mucha frecuencia pese a nuestro buen nivel de salud, hace falta en ocasiones este juez o detective tirano que haga de portero de discoteca y diga quién puede seguir de baja o quién debe ser dado de alta e incorporarse a trabajar.
Médicos de Atención Primaria que en ocasiones se ven presionados por las circunstancias del día a día de la consulta; pacientes complicados que sobreinterpretan el mejor papel de sus vidas en busca de una baja larga que les invalide de por vida previo sueldo vitalicio; enfermedades de verdad conflictivas que se mueven sobre el listón del apto y el no apto; pacientes mayores, cansados de trabajar y cotizar toda su vida que se sienten doloridos y amenazados por la inseguridad de quedarse sin trabajo a falta de poco tiempo para una jubilación que peligra y que ven en una posible baja la vía de escapa… Pacientes de verdad enfermos que no pueden darse de baja por la tiranía de las empresas que ponen la crisis como excusa perfecta para hacer una esclavitud moderna en pleno siglo XXI…Situaciones diversas que son el día a día de esta salida laboral de la Medicina que hasta la fecha conocía de oídas pero desconocía en sus formas.

Decisiones difíciles que no suelen dejar contentas a ninguna de las partes pero que es imprescindible para la salud de la economía sanitaria que tanto preocupa y con razón en los tiempos que corren. A buen seguro que en ocasiones pagarán justos por pecadores y que algún paciente que no tenía que haber sido dado de alta haya escapado el filtro del embudo que marca la Inspección Médica, pero la figura del poli malo es necesaria y fundamental para evitar el fraude laboral que se produce más de lo que la gente piensa con situaciones en ocasiones cómicas de pacientes “enfermísimos” sorprendidos por detectives privados contratados por mutuas.

Utilizo esta entrada como vehículo para agradecer a la Dra. Pascual el entusiasmo que pone en su trabajo. Paciente a paciente, caso a caso, muestra sus ganas por enseñar, por aprender, su vinculación por una rama de la Medicina en la que me pierdo entre tanta mutua, tanta ley y tanto doble rasero que puede dar lugar a especulaciones. Gracias a ella la semana que pasé en la Inspección será recordada como útil y a buen seguro que a partir de ahora, cada vez que de una baja o firme un parte de confirmación pensaré en ella y en lo aprendido.


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