domingo, 23 de enero de 2011

Laringitis


La primera vez que me “enfrenté” a una de ellas me la comí literalmente; tuvo que ser la enfermera la que me pusiera en la pista de mi error diagnóstico. Era mi primera guardia en el Materno y ya estaba “cansado” en plena crisis epidémica de aerosoles para broncoespasmos e hiperreactividad bronquial con salbutamol y bromuro de ipratropio. Pero es lo que tienen los niños, que no hablan, que no se expresan y son tan imprevisibles a la hora de la consulta, pudiendo aparecer un
cese de una tos perruna en plena consulta que pase desapercibida.
Suele pasar siempre. Este tipo de pacientes acuden de madrugada, cuando el Adjunto ya se ha retirado al descanso nocturno y tú batallas en la puerta de las Urgencias. Acuden con una tríada más o menos típica que consiste en tos perruna, afonía, dificultad respiratoria y estridor. Pero sin duda es esa tos tan típica la que marca el diagnóstico y es la misma que intento que el jovenzuelo o jovenzuela de turno reproduzcan en la consulta.

El objetivo de esta entrada es teorizar esta patología autolimitada, sobre todo para mis los compañeros menos experimentados que acuden trimestralmente al Materno


Qué es la laringitis
Es una infección respiratoria aguda que cursa con inflamación de la laringe, con inicio típicamente por la noche. La laringe es una estructura que se encuentra en la entrada del aparato respiratorio y que permite el paso del aire desde la faringe hasta la tráquea. En ella se ubican las cuerdas vocales.

Etiología
Las laringitis agudas son producidas casi exclusivamente por agentes virales. El virus más frecuentemente implicado es el parainfluenza tipo 1 (75%). También pueden producirla los tipos 2 y 3, así como influenza A y B, VRS, adenovirus, rinovirus y enterovirus.
Aparece principalmente en niños con edades comprendidas entre 3 meses y 3 años con un pico de incidencia en el segundo año de vida. Predominio en varones

Clínica
Existen dos formas básicas de presentación:
- Un niño presenta durante varios días un cuadro catarral leve (mucosidad nasal, tos escasa, quizás algo de fiebre). De manera progresiva, en unas horas, y típicamente por la noche, la tos comienza a cambiar, haciéndose más ruda y metálica ("tos de perro") y el niño puede presentar sensación de agobio y, en ocasiones, "marca" las costillas al respirar. Asimismo los niños presentan disfonía (están roncos), ya que en la laringe se encuentran las cuerdas vocales.
- En otras ocasiones, el inicio es más repentino, también de noche y encontrándose el niño previamente bien. El niño presentará tos más ruda y metálica ("tos de perro"), y en ocasiones, sensación de agobio y puede "marcar" las costillas al respirar. También asocian ronquera. Esta forma de presentación puede repetirse varias veces en el mismo niño. Es el llamado "croup espasmódico".
El niño prefiere estar sentado o de pie. En ocasiones existe fiebre, aunque ésta suele ser leve. El cuadro clínico típico del crup dura 2 o 3 días, aunque la tos puede persistir un periodo mayor

Diagnóstico
No es necesario realizar ninguna prueba complementaria para realizar el diagnóstico. Éste se basa en la exploración física del paciente

Tratamiento
Suele ser un proceso beningo que en muchas ocasiones no requiere medidas terapeúticas. Los pilares fundamentales del tratamiento farmacológico son los corticoides y la adrenalina
- Humedad ambiental: el ttmto de la laringitis con aire humidificado no es efectivo a pesar de su uso desde hace mucho tiempo.
- Corticoides sistémicos: evidencia de sus beneficios en el ttmto del crupo moderado y grave, e incluso en casos leves. El corticoide más utilizado y estudiado es la Dexametasona, a dosis de 0,6mg/kg (máx. 10mg) en dosis única. Disminuye la gravedad de los síntomas y la necesidad de adrenalina nebulizada posteriormente. La mejoría comienza tras 1-2 horas de su administración, manteniendo niveles durante 36-72 horas
- Corticoide inhalado: con Budesonida a dosis fija de 2mg disuelta en 4ml de suero fisiológico. Hay estudios que le dan la misma eficacia que la Dexametasona
- Adrenalina: habitualmente no altera el curso de la enfermedad ni acorta la estancia hospitalaria, pero produce mejoría clínica. El efecto es rápido, comenzando a los 10 minutos con pico máximo a los 30 minutos. La dosis es de 2,5 a 5 ml (0,5 ml/kg/dosis) con un máximo de 5cc disuelto hasta llegar a 10 ml de suero fisiológico. Si no hay distrés su uso no está justificado

Cosas que no debemos hacer
- No administraremos al niño antibióticos. La inmensa mayoría de las laringitis son de causa viral y el uso de antibióticos no alterará el curso de la enfermedad. La utilización incorrecta de los antibióticos no está exenta de riesgos (reacciones indeseables en los niños como diarrea, molestias abdominales,…) y se relaciona con la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos.
- No fuerce al niño a comer. En la mayoría de las ocasiones sólo conseguirá que el niño se enfade y vomite el alimento. Salvo que el niño pida otra cosa, ofrézcale una dieta blanda (leche, zumos, yogures, galletas, etc.).


Pues nada, aquí concluye mi friki entrada de la semana. En próxima entregas le tocará el turno a la bronquiolitis. Mientras tanto, sed felices

6 comentarios:

  1. se agradece muchisimo, sobre todo para los que dentro de poco esperamos estar en una urgencia de esas, quebrandonos la cabeza kon estas kosas jejeje, que nos lo expongas en plan retrato robot :P!! ayuda bastante :)!

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  2. Pues en próximas entregas: Bronquiolitis, el azote del mes de Diciembre

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  3. Me has ahorrado dos horas de estudio ;)

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  4. genial,tengo a mi hijo con laringitis y me resolviste muchas dudas.Gracias

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  5. Hola,
    Gracias por la información, muy clara, sencilla y útil.
    Una pregunta: si mi hijo tiene laringitis, ¿por qué el pediatra indica que empezaremos con antibióticos si en unos días no mejora?

    Gracias otra vez

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