domingo, 7 de febrero de 2010

Symposium de Pediatría: Hospital Internacional Xanit

(27-28 Enero)


Cuentan los más viejos del lugar, que en algún lado del mundo se encuentra el hospital perfecto: vanguardista, innovador, donde usuarios aseados, educados y pacientes esperan su turno y tratan a los trabajadores con respeto y sin malas formas. Cuentan además que hay hospitales volcados en la labor investigadora y que incluso organizan Congresos de alto nivel. Lo contaban los más viejos del lugar y desde que el pasado jueves-viernes me desplazara con mis eternas compañeras palmilleras a Benalmádena donde habíamos sido inscritos al 3er Symposium de Pediatría, yo también lo puedo contar: existe otro concepto de Medicina, la privada, que seguro que no es de más calidad (hablando en términos superlativos), pero que al menos lo aparenta bajo esa fachada de elegancia y pomposidad.

Un Congreso, el de Pediatría, al que acudimos con muchas ganas, pero que la verdad, a medida que las ponencias iban pasando nos fue desenganchando algo, aunque siempre quedará en el recuerdo ese concurso al estilo “Quién quiere ser millonario”, con pulsadores incluidos como si fuéramos el comodín del público en el que conseguí ganar a una Anabel que remó tanto para morir en la orilla (resultado final: 5-4), o las hamburguesas del McDonald a la orilla de la playa

Symposium de campanillas, en el que lo más granado del ámbito pediátrico español se unió para aunar conceptos, evento en el que poco más que espectadores de lujo pudimos ser, pero como se suele decir cuando se pierde: lo importante es participar… ya vendrán tiempos en que nos tocará estar al otro lado de la lona, y sino, tiempo al tiempo



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