El calendario por fin marca el día 31. Ha sido un mes duro, durísimo, posiblemente el más duro desde que este blog arrancó Marzo que parecía un oasis primaveral se ha convertido en una tirana mensualidad de responsabilidades que me han planteado más de un jaque amenazante de mate.
Un reguero constante de responsabilidades sumatorias que han ido adquiriendo galones para gobernar en medio del caos.
Dos fines de semana con Máster de Economía de la Salud, otro con las prácticas del curso de Urgencias, dos domingos con guardia, con exámenes y trabajos a doquier para completar una formación ya de por sí saturada, algún que otro curso de portalEIR, la entrega contrarreloj del trabajo de R3, la ola revolucionaria del recorte de guardias, ser elegido como vocal de residentes...reuniones públicas con compañeros de residencia y privadas con dirección médica... un etcétera con principio pero sin final acentuado por el ascenso en mi Centro de Salud en el que por una baja laboral de mi tutora ascendí a Adjunto, a juez y parte: responsable en primera persona de la consulta, de las embarazadas, de la inserción y retirada del implante anticonceptivo...
Marzo, mes festivo que espera la llegada de la primavera y el día de mi 28 cumpleaños...Marzo, que este año esperaba con un puñal escondido para clavar en la espalda. Marzo, ese frenético mes que por fin parece espirar. Y por fin en casa, en Úbeda, con mi gente y esperando una Semana Santa que amenaza con lluvia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario