Era el momento de hacer la maleta mensual y recorrer en la caravana hospitalaria la mayor parte de los servicios que componen ese coloso llamado Medicina. Una roulotte que nos tendrá ocupados durante los próximos dos años y que tenía su punto de partida en Neumología, un servicio que prometía, en Diciembre, en pleno pico de procesos gripales, en lo que a priori se preveía como una rotación interesante, que al final ha dejado más sombras que luces.
Y es que cuando a uno le dan el planning rotacional deben de poner una nota de aclaración con la siguiente leyenda: “Bienvenido a las guardias estudiantiles”. Para uno que va con la esperanza de seguir la rutina adquirida de responsabilidades tanto en las guardias como en el Centro de Salud, supone cierto freno encontrar la barrera al llegar a un monstruo como el Carlos Haya del que sólo conoces el funcionamiento del sótano -1 donde está el servicio de Urgencias, y descubrir que vuelves a retroceder en el tiempo cual dejavú para volver a ejercer de secretario, de mero escribiente cuya función se limita a poco más que rellenar papeleo, pedir máquinas de oxígeno y ser testigo callado del trabajo de otro (por otra parte, todas ellas funciones imprescindibles para el aprendizaje).
Los martes que era el día fijado para acudir a la rutina hospitalaria se vieron reducidos a tan sólo uno destinado a la realización de pruebas funcionales: test de la marcha, espirometrías, test de esfuerzo… Un martes de guardia, otro de saliente y el último justo antes de la Navidad en los que tanto Unidad de Tabaco, como Unidad del Sueño se encontraban cerradas hasta nuevo aviso, y de las que algún día haré un hueco para acudir
No hay mal que por bien no venga, y uno siempre debe aprender a nadar contra corriente: aspectos positivos sacados del mes: la prescripción y uso correcto de la aerosoleterapia, aprender las indicaciones para derivar al especialista, manejo de las patologías respiratorias más frecuentes, clínica y tratamiento,…
Quizás el problema de esta rotación inaugural haya sido el mes, Diciembre, festivo donde los haya, en los que entre guardias, salientes, festivos y asuntos propios, la rotación en el amplio sentido de su palabra se ha quedado reducido a muy pocos días, y la mayor parte de ellos en el CARE, en la Consulta de Neumo, que tan sólo es el anexo del Centro de Salud llevado a su mínima expresión, en la que el arte del médico se reduce a asma, EPOC y SAOS. Y quizás eso, y la brevedad de la rotación, en la que 30 días son tan sólo un aperitivo, ha hecho de esta primera experiencia poco más que un gatillazo.
Quizás el problema de esta rotación inaugural haya sido el mes, Diciembre, festivo donde los haya, en los que entre guardias, salientes, festivos y asuntos propios, la rotación en el amplio sentido de su palabra se ha quedado reducido a muy pocos días, y la mayor parte de ellos en el CARE, en la Consulta de Neumo, que tan sólo es el anexo del Centro de Salud llevado a su mínima expresión, en la que el arte del médico se reduce a asma, EPOC y SAOS. Y quizás eso, y la brevedad de la rotación, en la que 30 días son tan sólo un aperitivo, ha hecho de esta primera experiencia poco más que un gatillazo.
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