Son
las 18:00h del primer día de Febrero cuando empiezo a escribir estas palabras. Es
el quinto día de una semana que
coquetea con finalizar. Quedan 22
horas, 1.320 minutos o 79.200 segundos para que sean las 16:00h del temido por much@s 2 de Febrero, día que no marca la
cuenta atrás de la profecía de los mayas sino el examen MIR, la oposición de cinco horas que dictará el futuro
inmediato de tod@s ellos blandiendo el telón del duro trabajo que a las 21:00h será pasado.
En
la mayoría de los casos han sido 8
intensos meses de estudio en los que la media diaria de 9 horas, han puesto el registro final en 2.160 horas de estudio, flexo y codos, lo que viene a significar 90 días de exclusividad y dedicación
absoluta por y para este examen MIR, en los que no existen noches ni días, ni
fronteras más allá del sueño que cada uno tenga por meta.
Y
ese tiempo que ha parecido anclado en los últimos meses, amenaza ahora el
sistema nervioso de tod@s los opositores que esta tarde y mañana por la mañana
verán como las agujas del reloj se mueven como dagas en su muñeca ante la
inminente caída de la tarde.
Son
finalmente 13.664
los llamados a presentarse a este examen, para un total de 6.389
plazas que se repartirán por riguroso orden entre l@s opositores en función de
la nota obtenida que llenarán dentro de unos meses los hospitales de las 17 Comunidades Autónomas de este país. 235 preguntas con una única opción
válida entre las 5 que plantea cada
enunciado, la decisión entre 1.175 variantes, el demostrar en 300
minutos todo lo que has aprendido durante 6
años (en el mejor de los casos) de carrera más los 9 meses de clausura preparando el MIR.
Y
llegarán las 21:00h, y firmarás el
examen, y lo entregarás, y saldrás con la sensación agridulce de haberte dejado
el alma en esta presa pero con el pero de esa pregunta que se queda levitando
en tu mente durante los próximos días, martilleando ante la duda entre dos opciones. Y pasarán los días, se
sucederán sin más planes que el ocio, el descanso y la espera de ir a Madrid
para elegir plaza, subir al estrado, pulsar el botón rojo y certificar tus
próximos cuatro años a modo de una especialidad, una ciudad y un Hospital
que realmente te enseñarán el noble arte de la Medicina.
Quedarán
137 días para que hagas posesión de
tu cargo, te enfundes tu bata, te cuelgues el fonendo y presumas del título de
“Médico Interno Residente” que
encabezará la placa con tu sonriente y bronceada cara, los mismos 137 días que a mi me faltan para dejar
mi puesto, mi plaza y pasar de ser un
médico interno residente a un
facultativo en busca de cátedra donde desempeñar todo lo aprendido en este
Máster intensivo que son los cuatro
frenéticos años de residencia en los que aprenderás mucha Medicina, conocerás a
gente increíble, descubrirás límites que jamás creíste poder conquistar y recibirás
las lecciones más valiosas para la vida que jamás se enseñaron en Facultades ni
se estudiaron en libros, que te harán llorar, emocionarte y sonreír ante la
infinidad de historias de las que serás cómplice.
Esta
historia versada en números no se trata de una
ecuación imposible de uno de esos
enunciados de Bioestadística en los que parece formularse la vida del médico en
ciernes. Esta entrada matemática tiene como finalidad desterrar la idea que nos
tortura, que nos persigue, que nos somete hasta martirizarnos de que somos un número, una aspiración, un puesto,
una simple ordenación numérica en medio de esta cadena montada que fabrica
médicos pero destroza sueños con la misma frialdad industrial. Esta entrada es
para recordarle a cada uno de los
que mañana se enfrenta al MIR, que pase lo que pase durante el examen, la vida
va más allá del puesto en el que finalmente quede, del número con el que le
catalogarán. Yo, que fui el 5500 del
MIR ´09, me he dado cuenta que la
etiqueta que nos cuelgan hay que tirarla y disfrutar de la vida y las
posibilidades que a partir de mañana y gracias a vuestro gran esfuerzo, se os
brindan.
Disfrutad
de estas 21 horas y media de espera,
disfutad de las 5 horas de examen,
como si fuera la experiencia única que será, ya que no existirán más 2 de Febrero de 2013. Y sobre todo, sea cual sea el resultado, daros la oportunidad
de amar vuestra elección, de empatizar con la especialidad que elijáis,
aprender de cada paciente que verá en tod@s vosotr@s una vía de escape. En
definitiva, ser todo lo felices que os merecéis, y esto, amig@s tod@s, no lo da
el número del puesto en el que quedéis sino vuestra actitud positiva ante la
vida
POSDATA:
quiero dedicar sobre todo esta entrada a los compañeros de AULAMIR donde yo me
preparé el MIR y donde me enseñaron que la felicidad es una herramienta que cada uno
tenemos que no se ajusta a puestos ni número de orden. A los compañeros que
años atrás terminaron otra especialidad y que ven el MIR como la vía de escape
del inmediato futuro laboral; a los jóvenes doctores que mañana se examinan y
que he seguido a través de la blogosfera y Twitter y a GangasMIR por facilitar
como siempre los datos y ser la calculadora de las emociones de todos los
opositores que encontramos en su blog el consuelo a nuestras infinitas dudas.
En definitiva, sirva esta entrada para darle un beso o un abrazo a tod@s los
que mañana os enfrentáis a vuestras inseguridades.
“Sueña, nunca dejes de soñar... si pones tu alma y tu corazón en un sueño,
el universo conspira para ayudarte a conseguirlo”
Pues muchas gracias por tus palabras!! =)
ResponderEliminarQue preciosa publicación... me ha emocionado.
ResponderEliminarYo hasta hoy estaba tranquila, pero a estas horas...
Efectivamente, ya te lo he dicho antes, admiro esa frase tuya "No somos un número" y coincido en que mañana no perdamos de vista que es un privilegio estar allí donde estaremos.
Un abrazo grande!!!!
:-D
Muchísimas Gracias Juan!! :) Por pensar en nosotros y por poder leer esto antes de irme a dormir, aunque parezca mentira... no he sido consciente de que soy médico hasta que no me he percatado hoy, al decir "Cuando sea médico..." queriendo referirme a "cuando coja plaza..." Realmente somos médicos ya, y lo más bonito que le puede pasar a alguien es dedicarse a lo que le gusta, haciendo el bien en la medida de sus posibilidades! :) y yo creo que independientemente de como vaya mañana, de si saco un número mejor o peor... Ya soy médico y sé que trataré con cariño y dedicación a mis pacientes ^^
ResponderEliminarMañana sólo demostraré que estoy preparada, para sentarme frente a frente con mis futuros pacientes y dar todo de mí!
MUCHAS GRACIAS!!
y muchas gracias tb a Aulamir.. por hacernos el camino más facil :) y sobretodo mucho más humano y bonito!
Buenos días Jefe, y gracias por alusiones xD
ResponderEliminarMaestro, como siempre un honor!
EliminarGracias Juan! Con tus palabras logras llegar al corazon de todos sin algunos conocerte siquier!! El post del dia de tu mir me lo lei unas cuantas veces a lo largo de la carrera y siempre me sacaba una lagrimilla, esta noche toca llorar con el post dedicado a mi mir. Un saludo!
ResponderEliminar¡Muchas gracias Juan!! No somos un número, aunque todo el mundo se empeñe.
ResponderEliminarMil gracias!!!! y claro que puedo!!!! a por todas.....
ResponderEliminarAprende eso para los pacientes, no son un núm. de análisis, o de habitación o de historia ;)
ResponderEliminarNo, no lo somos, aunque para hacer la especialidad tengas que pasar por ese trance, el número del MIR nunca será justo
ResponderEliminarPues si el MIR no es justo...con la troncalidad que se está escuchando...
EliminarMuchas gracias Juan!! No somos un número, aunque todo el mundo se empeñe.
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