Cuando se acaba de cumplir el primer mes del trimestre que tengo estipulado en mi plan formativo como especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, hago un alto en el camino en plena madrugada.
La Medicina que durante siglos fue más un arte que una Ciencia, se ha ido especializándose tanto que se ha perdido la visión global de las cosas. Desde aquí confieso que jamás llegué a ver un capítulo de la serie de Tv "Dr. Mateo", pero en Colmenar uno puede sentirse como tal.
Alejado de la vorágine y el stres del día a día de la capital, de las barriadas multitudinarias, de los grandes hospitales caóticos, del papeleo que asfixia...uno puede ampliar las vistas y ver más allá de la inmediatez de lo inmediato. Recluido en pleno corazón de la Axarquía malagueña, en un pueblo donde los pacientes aún actúan como tal y no como simples usuarios demandantes de calidad sanitaria. Donde la sociedad aún tiene aroma a alcanfor en su indumentaria, donde las boinas decoran las cabelleras nevadas de sus ancianos, donde el luto es un santo y seña, donde la gente cede turnos al más necesitado siempre con una sonrisa en su rostro y un habla que parece cantar como acento marcado de los pueblos del interior.
La Medicina de toda la vida, la tradicional; la que parece estar perdiéndose ante tanto macroproyecto faraónico que promete salud eterna pero que tantas insatisfacciones da. La Medicina del ayer y quién sabe si del mañana cuando sepamos capaz de ver a 20 años vista y veamos en la prevención primaria la mejor de las terapias, o cuando la soga de la crisis nos haga aunar esfuerzos costo-efectivos.
Considero que todo médic@ que presuma de serlo, sea todo lo especialista especializado que sea, tendría que pasar un día por la consulta de toda la vida: la del pueblo alejado de la ciudad sin apenas medios, sin casi medicación entre la que elegir, sin grandes instrumentos diagnósticos con los que poner diagnósticos, con la consulta de un paciente tras otro, el del catarro, el de la baja o el de un posible cáncer sobre el que tienes que pensar entre tanta "banalidad" para que no se te pase desapercibido.
Y que por muy alto que lleguemos o muy rápido que ascendamos, siempre veamos en las urbes periféricas, el verdadero oficio, la Medicina hecha arte
A continuación os presento Colmenar... hasta hace unos días una gran desconocida
(información extraída de la Wikipedia)
Colmenar es un municipio español de la provincia de Málaga, Andalucía. Está situado en la parte oriental de la provincia, en la comarca de la Axarquía, a unos 30 km de la ciudad de Málaga y a unos 44 km de la ciudad de Vélez-Málaga. Su nombre hace referencia a las colmenas de abejas que fueron la base de la economía local durante mucho tiempo.
Su población se estipula en 3.623 habitantes.
De la época romana no existen testimonios, pero dada la importancia de los hallazgos realizados del cercano cortijo de Auta (en Riogordo), no es de extrañar que dentro del termino existiera alguna villa o asentamiento. Al menos así parecen demostrarlo las monedas y cerámicas romanas encontradas en el Cortijo de los Moriscos y en el cerro de la casa de peones camineros que hay en la carretera comarcal 345, a un kilómetro de la población. También han aparecido algunos testimonios de la época árabe, como el molde de pizarra para fundición de medallas musulmanas, hallado en el cortijo de Las Guájaras. También aquí han aparecido cerámicas esparcidas y restos hallados en la Cueva de las Pulseras cerca del arroyo de las Zorreras y, más concretamente en el Cortijo de Gonzalo.
Málaga pasa a manos cristianas en el siglo XV. Fundado en 1487, el origen de Colmenar estuvo formado por los cortijos de Barrancos, Peñones, Jaral, Ramos y Colmenar (su nombre lo tomará de este último cortijo y alude a su abundancia en colmenas), todo esto perteneciente a Hamet “El Suque”, moro vecino de la villa de Comares y alcaide de la misma y de su castillo, en nombre de los Reyes Católicos.
Estuvo habitado por musulmanes que siguieron viviendo en la zona como mudéjares. En tiempos de Felipe II fue vendido a un particular, Gabriel de Coalla, para sufragar los gastos de una expedición militar.
En 1558 aparece en documentos como Señorío de Colmenar y a partir de 1611, como patrimonio del Primer Vizconde de Colmenar. En 1560 se procedió al deslinde y amojanamiento del término y en 1566 comiénzan las inscripciones de las partidas de Bautismo, Matrimonios y Defunciones.
Colmenar en 1777 consigue su independencia y a principios del siglo XIX ya era cabeza del partido judicial de una buena parte de pueblos de la Axarquía (Alfarnate, Alfarnatejo,Almáchar, El Borge, Periana y Riogordo) e incluso del pueblo de Casabermeja, en los Montes de Málaga.
En Colmenar la gastronomía típica es el choto al ajillo, el gazpacho frío y la porra colmenareña, las migas, los callos, el plato de los montes, el ajo blanco, y sus famosos hornazos.
También se producen aceite de oliva y miel de abeja.
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