Han pasado ya días suficientes para que aquella reanimación cardiovascular sin final feliz en pleno corazón de un vecindario desgarrado haya pasado a un segundo plano debido en parte a la vorágine con la que el día a día consume a la rutina y hace del presente pasado.
Pero como pasa en la vida, en
Ni en condiciones ideales (camilla, luz, personal y equipo apropiado) suele ser fácil intubar a un paciente. No es algo que se haga a diario y además los nervios ante la premura de la inmediatez pueden hacer jugar malas pasadas en ese “estoque” simbólico que es la intubación en la que uno nunca está del todo seguro de haber acertado de vía.
Pero a la vuelta a nuestra sede con la ambulancia después de intentar reanimar a ese anónimo paciente que protagonizó una entrada reciente, y cuando yo tenía más ganas de cambiarme de ropa e intentar descansar algo, Manuel Gómez (gran profesional del DCCU) me enseñó un material que desconocía hasta la fecha. El Combitube, la solución al problema de la intubación insegura, ya que con este método la efectividad está totalmente garantizada sin necesidad de ver la vía aérea.
A continuación, y apoyándome en información tomada prestada de la red, escribiré un breve resumen sobre esta técnica válida sobre todo en
Compartir el conocimiento, lo que a mí me han enseñado y que a otros les pueda resultar también útil
El Combitube es un dispositivo de inserción de las vías respiratorias ciegos (BIAD) de uso frecuente en el pre-hospitalaria, de urgencia. Está diseñado para facilitar la intubación traqueal de un paciente con problemas respiratorios. Se trata de un puño, tubo de doble luz que se inserta en un sistema de ventilación para facilitar las vías respiratorias del paciente.El inflado del manguito permite que el dispositivo funcione de manera similar a un tubo endotraqueal y por lo general cierra el esófago , lo que permite la ventilación y prevenir la aspiración pulmonar del estómago contenido.
La sencillez de la colocación es la principal ventaja de
Facilitar el Combitube de uso lo hace ideal para su uso en la pre-hospitalaria, de emergencia entorno donde los proveedores de nivel avanzado capaces de colocar un tubo endotraqueal a menudo no están disponibles de inmediato. Las desventajas de utilizar Combitube centro en torno a una incapacidad para llevar a cabo profundas (subglótica) asumiendo la colocación de la aspiración del esófago.
A diferencia del TET, que sólo funciona cuando es correctamente insertado en la tráquea, el Esófago-Tráquea Combitubo® (ETC, Tyco-Healthcare/Kendall, Mansfield, MA) puede ser insertado tanto en la tráquea como en el esófago, logrando ventilar los pulmones en cualquiera de los dos casos. De esta forma, combina las funciones de sus precursores, el obturador esofágico y el TET. El ETC es un tubo de material plástico de doble-lumen y con dos balones. Un lumen, llamado “lumen faríngeo” tiene un extremo distal ciego, con 8 orificios en su pared lateral en la porción que queda entre los dos balones, y un extremo proximal que tiene un conector de color azul. El otro lumen, llamado “lumen traqueoesofágico” tiene un extremo distal abierto y posee un conector de color blanco en su extremo proximal. El conector azul es además más largo que el conector blanco para facilitar su reconocimiento y porque es el que se usa más frecuentemente. El balón proximal o “faríngeo” sella la cavidad orofaríngea y el cuff distal o ”traqueoesofágico” sella la tráquea o el esófago, según se ubique una vez insertado. Está disponible en dos modelos de diferente tamaño: 37 French SA (Small Adult) y 41 French. El criterio para saber cuál modelo utilizar en cada paciente es la estatura, de modo que se ha sugerido que el modelo
Técnica de inserción, inflado de balones y ventilación
El ETC puede ser insertado a ciegas o con un laringoscopio, siempre que se pueda abrir la boca del paciente y sin importar su posición en relación con el operador, incluso si está sentado o en decúbito ventral. La técnica de inserción a ciegas consiste en abrir la boca del paciente e introducir el dedo pulgar para enganchar la lengua por su base, mientras que con los otros dedos se tracciona la mandíbula hacia anterior y caudal, de modo que se obtenga una adecuada apertura bucal. Aunque esta técnica es exitosa especialmente en urgencias, se recomienda usar un laringoscopio para abrir la boca e insertar el ETC bajo visión directa, lo que evitaría lesionar inadvertidamente la mucosa faríngea o la glotis. La inserción del ETC en la cavidad orofaríngea debe hacerse con un suave movimiento curvo avanzando hacia la hipofaringe hasta que las marcas circulares coincidan con los dientes o con el reborde alveolar, o hasta que se perciba resistencia. La inserción a ciegas puede facilitarse doblando la porción distal entre ambos balones por algunos segundos (maniobra de Lipp), lo que aumenta su curvatura. Otra técnica consiste en dirigir el extremo distal hacia la pared posterior de la hipofaringe. Una vez insertado, el fabricante recomienda inflar primero el balón faríngeo con
En relación con la intubación endotraqueal clásica, la técnica del ETC tiene algunas diferencias notables:
1) La cabeza del paciente no requiere ser puesta en la clásica “posición de olfateo” recomendada para la intubación endotraqueal. La cabeza del paciente debe permanecer en posición neutral, característica que permite el uso del ETC en el trauma raquimedular cervical. Sin embargo, algunos investigadores prefieren extender la cabeza.
2) El operador puede ubicarse ya sea: · Detrás del paciente, especialmente si se usa un laringoscopio · Al lado de la cabeza del paciente · Cara a cara, con el operador ubicado al lado del tórax del paciente
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