(6 Agosto ´10)
No suelo utilizar el blog para dar consejos, ni mucho menos para condicionar la ociosidad de la que cada uno disponga, pero si hasta final de mes estás en Málaga y aún no lo has hecho, no lo dudes: de jueves a domingo, a las 21:00h en el teatro Alameda te esperan 3 horas y media de rienda suelta al humor, un torbellino sobre las tablas disfrazado de improvisación y buen hacer por la extraña pareja que forman Manolo Medina y Rodrigo Ponce de León.
Un hombre como yo, más dado a la sonrisa que a la risa, salió del teatro con la mandíbulas dolorida, los ojos cansados de lágrimas incontroladas por la risa y los abdominales fatigados ante tanto bamboleo en la platea de butacas. Y es que Dos hombres solos sin punto com… ni na es una obra digna de ser descubierta, una joya oculta a la espaldas del cruce neurálgico de Málaga, a los pies de la Alameda Principal; un tesoro al alcance de cualquiera de nosotros que sueñe con ser pirata del humor. Teatro en mayúsculas, humor elevado a la máxima potencia
.
Desde que se abre el telón, el listón se eleva hacia un cielo sin fin. Con un maestro de ceremonias como Manolo Medina es fácil sentirte como en casa, su casa, a la cual nos invitan colacao en mano. Un Manolo superlativo que cede el testigo a su compañero de piso (Rodrigo Ponce de León) que lejos de salir mal parado enfrentándose a un héroe sobre las tablas, recoge con valor y dignidad la batuta y el peso de una obra que se reinventa a sí misma a medida que pasan los minutos, por desgracia para el afortunado espectador con demasiada rapidez, señal inequívoca del caviar que se está degustando. Monólogo en mano, el bueno de Rodrigo da un giro a la obra pero sin salirse del exitoso camino marcado por su compañero de piso.
Cuando te da por mirar el reloj por primera vez han pasado cerca de dos horas, y lejos del final, la obra no ha hecho nada más que empezar. Llega el momento del cenit, cuando el genio de la lámpara del humor acapara las luces sobre el escenario y habla con los invitados a su casa. Manolo Medina, el gordito afeminado en esta bravía obra, que pasa a convertirse en Don Manuel (mandil puesto y abanico en mano); la culminación perfecta a una obra hecha por y para él, con su arte, su gracejo, ese humor tan suyo y tan del sur, el arte de la improvisación, de un don hecho arte bajo un repertorio personal que tan sólo él sabe moldear cual barro para un alfarero
Dos Hombres solos sin punto com… ni na te espera en el Teatro Alameda; una gran inversión en estos tiempos de crisis, en el que lo bueno, bonito y barato quedan perfectamente bien parados en los 14€ que separan a una noche más de una inolvidable
¿Te lo vas a perder? Yo noooo, ¿tú siiiii????
Un hombre como yo, más dado a la sonrisa que a la risa, salió del teatro con la mandíbulas dolorida, los ojos cansados de lágrimas incontroladas por la risa y los abdominales fatigados ante tanto bamboleo en la platea de butacas. Y es que Dos hombres solos sin punto com… ni na es una obra digna de ser descubierta, una joya oculta a la espaldas del cruce neurálgico de Málaga, a los pies de la Alameda Principal; un tesoro al alcance de cualquiera de nosotros que sueñe con ser pirata del humor. Teatro en mayúsculas, humor elevado a la máxima potencia
.
Desde que se abre el telón, el listón se eleva hacia un cielo sin fin. Con un maestro de ceremonias como Manolo Medina es fácil sentirte como en casa, su casa, a la cual nos invitan colacao en mano. Un Manolo superlativo que cede el testigo a su compañero de piso (Rodrigo Ponce de León) que lejos de salir mal parado enfrentándose a un héroe sobre las tablas, recoge con valor y dignidad la batuta y el peso de una obra que se reinventa a sí misma a medida que pasan los minutos, por desgracia para el afortunado espectador con demasiada rapidez, señal inequívoca del caviar que se está degustando. Monólogo en mano, el bueno de Rodrigo da un giro a la obra pero sin salirse del exitoso camino marcado por su compañero de piso.
Cuando te da por mirar el reloj por primera vez han pasado cerca de dos horas, y lejos del final, la obra no ha hecho nada más que empezar. Llega el momento del cenit, cuando el genio de la lámpara del humor acapara las luces sobre el escenario y habla con los invitados a su casa. Manolo Medina, el gordito afeminado en esta bravía obra, que pasa a convertirse en Don Manuel (mandil puesto y abanico en mano); la culminación perfecta a una obra hecha por y para él, con su arte, su gracejo, ese humor tan suyo y tan del sur, el arte de la improvisación, de un don hecho arte bajo un repertorio personal que tan sólo él sabe moldear cual barro para un alfarero
Dos Hombres solos sin punto com… ni na te espera en el Teatro Alameda; una gran inversión en estos tiempos de crisis, en el que lo bueno, bonito y barato quedan perfectamente bien parados en los 14€ que separan a una noche más de una inolvidable
¿Te lo vas a perder? Yo noooo, ¿tú siiiii????
ES UNA OBRA DE ARTE. ES UNA OBRA QUE NADIE DEBE PERDERSE. ES UNA OBRA EN LA QUE CUANDO LA ESTAS VIENDO, TE EVADES DE LA REALIDAD Y ENTRAS EN UN MUNDO DE CARCAJADAS Y DE RISAS QUE TE LLEVAN AL MAGICO MUNDO DE LA FELICIDAD Y LA DICHA. ES UNA OBRA QUE NO PARAS DE REIR Y NO PARAS DE LLORAR ( DE REIR).ES UNA OBRA QUE CONTIENE TODOS LOS ELEMENTOS PARA QUE SE LLEVE PROYECTANDO POR ESPAÑA OCHO AÑOS ININTERRUMPIDAMENTE CON UNA CRITICA QUE ES DIGNA DEL MEJOR GUION DE CINE AMERICANO. ES UNA OBRA QUE DESPUES DE OCHO AÑOS, GUARDA TODO SU ESPLENDOR Y SE VA ACLIMATANDO AL PASO DEL TIEMPO PARA ENRIQUECERSE MAS SI PUEDE.
ResponderEliminarYO YA LA HE VISTO 5 VECES,Y CADA VEZ QUE ESTE POR AQUI CERCA DE MI CASA (SOY DE UN PUEBLO DE SEVILLA, CORIA DEL RIO), PUES IRÉ A VERLA, PORQUE PARA MI ES UNA TERAPIA CONTRA LA DEPRESION.
CUANDO UNO VE UNA OBRA COMO ESTA, SE LE OLVIDAN LAS PENAS, LOS PROBLEMAS Y HASTA LA HIPOTECA QUE VIENE A PRIMERO DE MES.
HAY TRES COSAS EN LA VIDA QUE UNO DEBE DE HACER ANTES DE MORIR; UNA ES PLANTAR UN ARBOL, OTRA ES LEER UN LIBRO Y OTRA ES TENER UN HIJO.
PUES YO AÑADIRIA UNA CUARTA, Y ES VER ESTA OBRA DE TEATRO QUE JAMAS, REPITO, JAMAS OLVIDAREIS.
ANTONIO MARQUEZ JIMENEZ
Me parece exagerado el comentario. Y también me extraña que haya durado tanto tiempo una "obra" sin trama, que consiste básicamente en en recitar chistes de homosexuales de forma inconexa.
Eliminar¡Vaya lote de reir! Esto si que es una autentica terapia antidepresión, anticrisis, antiagobios y anti todo lo malo. No se lo pierdan.
ResponderEliminarPues para mis amigas y para mi fue todo lo contrario, de lo mas vulgar que hemos visto nunca, reiterativo en palabras mal sonantes y de mal gusto. No la vimos terminar, no pudimos aguantarlo. En una palabra, INSOPORTABLE.
ResponderEliminarNo se puede hacer mala critica, son anulada directamente.
ResponderEliminarBUUUEEENIIISIIMA OBRA!
ResponderEliminarLA RECOMIENDO MUUCHOO
La acabamos de ver en Sevilla y no me puedo creer que sólo encuentre buenas críticas por internet. ¿Cómo pueden hacer tanta gracia un par de monólogos plagados de chistes tan facilones y manidos? ¿Y además contados con tan poca gracia?
ResponderEliminarManolo tiene algo más de gracia, pero cae en la repetición interminable de los dos mismos gags durante TODO el tiempo que está en el escenario.
Coincido con otra chica anónima: A mí pareja y a mí se nos ha hecho insoportable desde el minuto 5, en que descubres qué has ido a ver.
Coincido con las críticas negativas, por lastima; no quiero echar por tierra el trabajo que hacen estas personas porque se nota que se entregan al público pero a mi se me hizo insoportable. Como andaluza, estoy cansada de que se nos comedie siempre desde el mismo cliché de maruja inculta y criticona. Por no hablar de los chistes sexistas y verdes que sorprende verlos a estas altura en un teatro. A pesar de esto, quiero reiterar su entrega en lo que hacen.
ResponderEliminarAyer tuve la ocasión de verlos en Estepona. La verdad es que no me gustó absolutamente NADA. Chistes repetidos hasta la saciedad, "función" larga y pesada. Casi nos entraron ganas a mi y a mi chica de irnos en la primer hora.
ResponderEliminar