martes, 23 de agosto de 2011

Bodas de Plata: Pepe y Fernan, Fernan y Pepe

(13 Agosto ´11)



No hay celebración más bonita que la merecida. Allí estaban ellos, Pepe y Fernan, Fernan y Pepe, 10311 días desde entonces... Unas Bodas de Plata atípicas tras 28 años desde que aquellos jóvenes se dieran el sí quiero; hoy tocaba refrendar lo que ya todos sabíamos, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza. Y allí seguían ellos, con su mirada bailarina al compás de unas lágrimas tímidas que no llegaron a verterse, junto al fruto de un amor en la figura de Miguel y Fernando, primos, amigos y compañeros. Y con ellos sus íntimos, los elegidos para acompañarlos en esta travesía llamada vida, los afortunados de la aventura de dos jóvenes que se hicieron a sí mismos y formaron una familia a su paso.


No hace falta acudir a manifestantes enfervorecidos pro-vida, basta con veros a vosotros, ese conjunto de personalidades tan dispersas que bailan al ritmo del mismo compás. El sociable tito Pepe, la risueña tita Fernan, el díscolo Miguel y el pequeño gran Fernando.


Sirva esta entrada para felicitaros de manera más personal e intimista por estas curiosas bodas de plata de 28 años. Nos vemos dentro de 22, mientras tanto no cambiéis


¡Vivan los novios, vivan mis titos!



martes, 16 de agosto de 2011

La evolución de un Saliente


Saliente, vocablo de continua metamorfosis. El día después de una guardia de 24 horas en el que no tienes que ir a trabajar.


Recuerdo la dura sensación resacosa de mis primeros salientes, hace ya tres años, cuando terminaba del hospital y me iba directo a la cama donde necesitaba hibernar como un oso en los fríos meses de invierno. Esos tediosos días de post-guardia perdidos en el limbo de la nada, ya que pese a dormitar todo el día no terminabas con la desagradable sensación de haber sido atropellado por una estampida de elefantes, víctima de la mosca tse-tse del sueño. Tres días que se perdían por la exigencia de una guardia: el día de antes, el de la propia guardia y el del saliente…semanas que pasaban demasiado rápido, perdidas, inertes.


Pero uno va curtiéndose en el campo de batalla, hace cicatrices ante las heridas del combate y ya todo es muy diferente. Guardias que se limitan a 24 horas, intensas, provechosas en las que uno a demás de cumplir con sus obligaciones se permite hasta el lujo de estudiar. Días de antes que ya no requieren de concentración, de exilio, de nervios que se apoderan de estómagos. Salientes que no son tales, que transcurren con ritmos frenéticos, en los que descansar ya no es el eje del día debido a los requerimientos de un cuerpo que se termina acostumbrando a la rutina: deporte, obligaciones domésticas, entrar y salir, playa, piscina, ocio… Semanas que duran siete días, días que duran 24 horas, horas de 60 minutos, minutos con 60 segundos.


Esta entrada viene ante la caída de ojos de Nacho en plena boda de Sonia en uno de sus primeros salientes, en el plomizo de Paloma en su post-guardia en Mojacar; en las confesiones camino de vuelta en las que me decía estar KO; en el recuerdo de mis primeros salientes y esa sensación de calor pegajoso de las ciudades de costa a las que visitas e hipotensa hasta marear, que amenaza con noquear pero del que al final, como en esto de los salientes, uno termina acostumbrándose.


Para los que llevan pocas guardias y necesitan aún dormir, sirva esta entrada de canción de cuna


martes, 9 de agosto de 2011

Leucemia y Varicela: a propósito de un caso


Una de las muchas cosas buenas (o quizás malas) que tiene este trayecto llamado residencia, es que la gente poco a poco va confiando en tu sapiencia, en tus conocimientos; ya no eres el niño que literalmente no tiene idea de nada, el eterno estudiante; ya empiezan a ver en ti cierto criterio y eso hace que en ocasiones llegues a ser el consultor de cuestiones que pudieran llegar a sobrepasarte como fue el caso que me sucedió con esa llamada de teléfono que me alegró por la persona que me llamaba pero que me dejó en tierra de nadie ante la pregunta vertida. Pero como dirían Les Luthiers, lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe. Uno solo duda cuando sabe algo, ya que la ignorancia es la fuente suprema de la indiferencia, así que hay estaba yo, al otro lado del teléfono, intentando argumentar con la lógica ilógica de la Medicina, buscando en los libros, buceando en Internet, en artículos científicos, y tocando las teclas de una agenda de teléfono en la que buscar a la persona indicada.


¿Un paciente de mediana edad con leucemia que en su niñez ya pasó la varicela, podría en el momento actual volver a presentar la enfermedad?

Y la Inmunología empieza a azotarte con fuerza. Recuerdas anticuerpos, antígenos, inmunidad duradera, inmunidad para toda la vida. Repasas la oncología en busca de alguna explicación algo más sólida; realizar inmersión en el complejo mundo de la Hematología donde repasas leucemias y llegas a la conclusión de que la lógica no siempre lleva la razón.


En un primer momento mi idea inicial era que los anticuerpos formados al entrar en contacto en la niñez con el virus varicela-zóster daban inmunidad y cobertura para toda la vida, por lo que pese a esa enfermedad que sesga esperanzas y otea nubarrones en el horizonte el paciente no debería presentar riesgo alguno de desencadenar un nuevo brote de enfermedad. Pero hace falta entender la raíz para comprender las diferentes versiones de un problema.

La leucemia (“sangre blanca”) es un tipo de cáncer de la sangre que comienza en la médula ósea donde se forman las células sanguíneas. La leucemia conlleva un aumento incontrolable en el número de glóbulos blancos inmaduros; estas células cancerosas impiden que se produzcan glóbulos rojos, plaquetas y glóbulos blancos maduros (leucocitos) saludables y se propagan al torrente sanguíneo y al sistema linfático.

Los glóbulos blancos, implicados en la defensa del organismo, pueden ser deficientes o disfuncionales. Esto puede causar que el sistema inmune del paciente sea incapaz de luchar contra una infección simple. Debido a que la leucemia impide que el sistema inmunitario funcione con normalidad, algunos pacientes experimentan infecciones frecuentes, que van desde amígdalas infectadas, aftas bucales, diarrea, neumonía o infecciones oportunistas como pudiera ser el caso de la reinfección por varicela.


Hace falta diseccionar las dudas y los problemas para dar respuestas válidas acordes a la responsabilidad que supone el que confíen en ti.


La varicela es una enfermedad viral generalizada, benigna, que presenta un exantema característico (se caracteriza por presentar elementos en diferentes períodos de evolución; la fase maculopápulas dura pocas horas, las vesículas que al principio son limpias rápidamente se umbilican y no permanecen con líquido más de medio a un día para pasar a ser costras) y es altamente contagiosa. El virus causante de esta patología (virus varicela-zóster) se trasmite por la vía aérea, por medio de las gotas de Flügge (pequeñas gotitas que expelen los pacientes al respirar), pero sin descartar las manos de los contactos o las vestimentas.

El periodo de incubación varia de 13 a 17 días. Y el periodo de contagiosidad de la varicela va de 4 días previos a la aparición del exantema hasta 5 días después de la primera lesión cutánea (la fase costrosa no es infectante)

Por lo tanto, tras estudiar leucemia y varicela y realizar un cruce de hallazgos:


- - ¿Es posible la reinfección en pacientes con leucemia?: SÍ ya que tanto la inmunidad humoral como la celular se ven alteradas en estos pacientes, dejándolos de nuevo expuestos a los caprichos de la naturaleza

- - ¿Puede estar en contacto el paciente con un familiar que está con varicela?: Durante los primeros cinco días de las lesiones dérmicas típicas de la varicela, la enfermedad es contagiosa, así que si ha estado en contacto es probable que tras 13-17 días pudiera presentar de nuevo la enfermedad una vez que el periodo de incubación del virus se hubiera completado

- - ¿Cambia el pronóstico en estos pacientes?: Una infección en un paciente inmunodeprimido como sería el caso de la leucemia, podría traer consigo una serie de complicaciones que pudieran llegar incluso a ser mortales tales como neumonía, bronconeumonía, encefalitis, crisis convulsivas, coma, infecciones piógenas de la piel o varicela hemorrágica


Esta entrada es a modo de agradecimiento para la persona que me hizo esa llamada que me hubiera gustado no recibir, para las que ven en mí a algo más que a un bufón con bata, pero sobre todo para el triste “protagonista” de esta entrada. Descanse en paz

miércoles, 3 de agosto de 2011

La realidad, al final siempre supera a la ficción

(extraído del Facebook de la Dra. Parent, grande como siempre)

Contexto: Hospital de 3nivel de Malaga, Carlos Haya.
Paciente: mujer 24 años.
Motivo de consulta: anoche vi una película de terror y desde entonces tengo miedo.
Conclusión: algo falla...

Rotación XIV: Marzo-Mayo ´11: SALUD MENTAL

(Marzo-Mayo ´11)

¿Se pueden curar los dolores intrínsecos, ser médico del alma, tratar para poner cordura, medicar para restablecer una “normalidad” que nadie sabe poner el punto de partida?


Un trimestre rotando en Salud Mental dan para todo y para nada, para finalizar con las mismas dudas iniciales, con la extraña sensación de no saber si el objetivo es la curación o la mejoría, pero sobre todo para salir con la percepción clara de que de no existir, el ser humano se vería obligado a inventar al psiquiatra. Todo ser que proceda del homo sapiens tiene la necesidad imperiosa de ser escuchado, de compartir para dividir penas, decepciones, pérdidas… de necesitar un punto de apoyo en mitad de una caída vital sin visos de vislumbrar el fondo.


Tres meses para escuchar muchas historias, muchísimas. Para oír depresiones, relatos desgarradores, relatos sin sentido, otros acelerados, psicotizados. De intentar ser punto de apoyo, emisor de consejos vitales, de buscar soluciones a problemas en ocasiones de difícil arreglo. De aprender de cada uno de los profesionales del equipo de Salud Mental del Limonar, de l@s psiquiatras, de l@s psicólogos, de las enfermeras, del personal de admisión y administrativo, de l@s residentes con los que coincidí en guardias, de cada uno de ellos que me enseñó su particular punto de vista de un ente sin sentido, tan simple que puede resultar demoledor.

Si algo tenía claro antes de iniciar esta rotación es que detrás de muchas de las consultas que llegan a Atención Primaria (y también a las Urgencias) tienen un trasfondo oculto que bien podría explicarse por la salud mental, o la falta de la misma. Estos peculiares tres meses donde la Medicina se convierte más que nunca en arte, ya que el terapeuta tiene tanta o más importancia que la terapia, me han servido para reafirmar esta idea, la de que la sociedad sufre males pandémicos ruidosos o en silencio, que enfermamos poco a poco, que perdemos nuestra identidad y quedamos expuestos a la tiranía del caos interno, del desorden, de la desesperanza, de esa nube negra que anuncia lluvias torrenciales en la que algunos se ven atrapados con el riesgo de convertirse en náufragos de una vida carcelaria que castiga con la tortura del día a día.


Salud Mental y psiquiatras, una misma rama de una misma ciencia llamada Medicina, la mano amiga que se apoya sobre tu hombro, el paño de lágrimas, la cuerda tendida para sujetarte… El eterno compañero de un viaje, el caminar de un largo sendero en el que encontrar consuelo, mejoría, alivio, el objetivo principal de este noble arte sanitario