Llegó el día tantas veces deseado, y otras tantas evitado. Mis cuatro años como Residente de Medicina Familiar y Comunitaria han terminado. Oficialmente ya no soy residente sino Adjunto. 4 años donde he vencido a miedos y derribado a gigantes, donde he librado, perdido y ganado alguna de las múltiples batallas que he librado.
Cuatro años, porcentualmente no suponen una porción que pueda marcar la vida, pero esta periodo vivido en Málaga es de esas experiencias vitales que guían caminos y forjan destinos.
Esta es la entrada final, la despedida, el punto y final. El día marcado en el calendario ya está aquí, y este blog pasará a formar parte del diván de los recuerdos pasados.
Me voy, pero lo hago con los bolsillos llenos. Me llevo enseñanzas, sabiduría, amistades y experiencias que me hacen ser rico.
- Me marcho con 13 compañeros de especialidad que no son eso, sino amigos. Una "Familia" artificial con la que todos hemos compartido gen.
- He hecho del Hospital Carlos Haya mi lugar de residencia. He ido a la guerra, he mirado a la muerte a la cara y he salido victorioso. Durante las muchas guardias que he hecho, he sufrido grandes cornadas que me han hecho crecer como médico y sobre todo como persona.
- He conseguido vencer a una peligrosa dinámica en el Hospital Civil donde he aprendido mis mejoras lecciones sobre la vida. He aprendido a controlar los impulsos, a ser valiente, a dar la cara. Y me voy con varios compañeros que puedo catalogar como amigos.
- Gracias quiero darle a mis compañeros del Centro de Salud Palma-Palmilla. A los que están, a los que estuvieron y nos han dejado. A todos ellos: limpiadoras, personal de seguridad, enfermeros, trabajadora social, matrón, enfermera de enlace, personal administrativo, auxiliares, residentes, médicos y a mi tutora. La tierra seguirá girando hasta el final de los días, pero esté donde esté siempre podré presumir de haberme formado en la Palmilla. Os deseo lo mejor, que no cambiéis y que la administración que asfixia os deje respirar y ser todo lo felices que merecéis.
- He tenido la suerte de coincidir en tiempo y espacio con todos vosotros. A mis compañeros de Residencia del Hospital, con los que he compartido guardias y fiestas. Que me habéis dado una visión global de la vida
- Mención especial para mi tutora, Isabel Corona, que aún habiéndome enseñado medicina, me ha dado lecciones sobre la vida. Has sido, eres y serás, lo más parecido a mi madre en esta preciosa profesión que es la Medicina.
- Gracias a mis compañeras Anabel y Gemma, mis coRs y dos buenas personas.
- Es fácil compartir vidas con buenos compañeros de viaje. Durante estos cuatro años he vivido con mis dos mejores amigos con los que llevo compartiendo la vida desde los tres años, donde sin saberlo, firmamos un contrato vitalicio eterno. Gracias a Agustín con el que empezó a vivir en Málaga, que me hizo descubrir una ciudad que desconocía, pero sobre todo, que fue un salvavidas al que aferrarme para no hundirme en el naufragio en el que me encontraba. Y gracias a Antonio, al que dejo a las puertas de su nueva vida y sus nupcias.
- Quiero darle las gracias a la ciudad de Málaga. He descubierto a una CIUDAD con mayúsculas. Me he enamorado de su clima, de su costa, de su idiosincrasia, pero sobre todo me he embrujado de su magnetismo adictivo que hace que todo el mundo caiga rendido a sus pies. Este ubetense, de Úbeda y formado en Granada, puede presumir de ser malagueño, malaguista y boquerón. Ya sea con o sin Metro, seguid haciendo y cuidando a esta bendita ciudad que siempre será mía.
- Gracias a Miriam Navais Barranco, la compañera encontrada en este carrusel de emociones sin fin que han acontecido en estos cuatro años. Una compañera de viaje inmejorable, una buena persona, mi mejor amiga. Has sufrido en primera persona mis cambios de humor, mis miedos silenciados, el stress de una huelga que me consumió pero del que terminaste siendo gasolina. Gracias por este primer año y medio del resto de nuestra vida.
- Uno es lo que es gracias a su familia, y por suerte, tengo la tremenda fortuna de tener la familia que tengo. Mi madre, mi padre, mi hermana y mi cuñado, mis sobrinos Javier y Aitana (los niños de mis ojos) que han nacido con este blog y que me dan alegría e ilusión; prim@s, tí@s y gente con la que no compartes apellidos como Mirtha, Walter, Aylin o Eduardo pero que te demuestran que se puede ser hermanos sin apellido. Empieza una nueva etapa y de nuevo los kilómetros serán la excusa que marcan la distancia entre nosotros, pero esté donde esté, parte de mi estará con vosotros. Gracias por estar siempre cuando os he necesitado
- Y sobre todo, gracias a ti, lector, que has sufrido en primera persona mis desvaríos mentales a modo de entradas: recomendaciones, patologías, experiencias... En medio de la frialdad de las redes sociales y la blogosfera he encontrado a desconocidos anónimos que se han convertido en conocidos y amigos. Tú has sido la razón por la que este blog ha ido creciendo. Gracias de corazón.
Llegó la hora de blandir el telón, de recoger los bártulos y apagar las luces. Comienza una nueva etapa para este Médico de Atención Primaria de convicción y urgenciólogo de vocación. El próximo destino será Gran Canaria donde trabajaré en las Urgencias del Hospital Dr. Negrín. Prometo volver para hacer lo que me gusta, contar historias. Tomaré algo de aire, miraré al frente con optimismo y volveré dentro de unas semanas con otro disfraz y página web propia en la que espero que sigáis formando parte de mi vida.
Soy un afortunado, la vida me sonríe y espero continuar con la tarea que emprendí de buscar la felicidad. Ha sido un auténtico placer compartir mi vida como residente y aprendiz de Médico con todo@s ustedes. Nos vemos en el camino.
@juatorsan
"Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los móviles que insultan con los ojos,
el sistole sin diástole ni dueño"