De
vez en cuando me hago pasar por crítico y hago recomendaciones para los
lectores: libros, una buena película, un restaurante digno de conocer…Hoy lo
haré con un artista de sobra conocido, pero no por ello, no se merezca estos
minutos de gloria en el blog.
Un
archiconocido programa de televisión (Operación
Triunfo) versionó una de sus cancioneDevuélveme
la vida) para hacer que este artista que se escapa de estereotipos
comerciales saltara a la fama y a las principales emisoras de radio de donde ya
no dejó de aparecer. Antonio Orozco,
la semilla del silencio que con su
voz llena escenarios e ilumina corazones.
s más míticas (
Hace
9 años lo descubrí en primera persona sobre las tablas de Albolote en un
concierto enmarcado en las fiestas del pueblo. Durante este tiempo tanto su
vida como la mía han cambiado mucho. Ambos nos hemos hecho más viejos, ambos
hemos padecido sinsabores y compuesto historias: él con su guitarra y sus
canciones, yo con mis reflexiones sobre el lienzo imaginario de mis escritos.
Este
viernes he tenido la suerte de volver a compartir hora y media de mi vida con
su voz y su persona. “Único”, la gira intimista con la que está recorriendo
España, es un intento desesperado de construir un mundo mejor a través de sus
composiciones cantadas y recitadas entre los amigos desconocidos que es el
público que llena teatros. Su voz desgarrada no puede esconder la magia de unas
letras que hacen que muchos de sus temas sean ya perlas de la cultura musical.
Un artista disfrazado de cantante, un cantante que compone arte y derrocha sus
obras con esa voz rajada que parece poder desfondarse pero que al final siempre
encuentra el camino para despertar emociones dormidas.
Este
concierto es una oda a los sentidos, sentimientos y emociones: he visto a gente
reír con sus palabras que por momentos parecen ser monólogos, cantar sus canciones
hasta perder la voz, bailar su ritmo, emocionarse, llorar.
Si
Antonio Orozco, su banda y su gira “Único” pasan cerca de tu casa, te aconsejo
que vayas al concierto, que te sientes en el patio de butacas y disfrutes de
sus canciones, del halo de buena gente que desprende, del optimismo que inunda
a modo de tsunami y de sus canciones, que son de pedacitos de ti.
Gracias al "duende" que ha hecho posible este encuentro: de saber que sin ti no soy nada...
Duendes... que seres tan mágicos!
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