Ahora
que tengo conciencia, aprecio el camino recorrido. Hace 4 años empezaba con una
ilusión efervescente que se amedrantaba por el miedo de lo desconocido. Las
primeras guardias, los nuevos compañeros, la novedosa sensación de tratar con
pacientes y personas, de enfrentarme a las patologías que hasta la fecha tan
sólo conocía en libros o casos clínicos con cinco opciones.
Cuatro
años de vivencias contadas en este blog y de otras muchas guardadas en el diván
del anonimato. Vivencias, frustraciones, satisfacciones, enseñanzas… Como si de
un alfarero me tratase, moldeando el barro en el torno para poco a poco ir
construyendo el proyecto inacabado que uno siempre será como médico.
No
me puedo resistir a agradecerle a todas las personas que han hecho posible el
lento, pero imparable avance. Puedo presumir de que entré siendo niño, pero que
salgo siendo hombre, gracias en parte a los compañeros que me han enseñado su
particular visión de la Medicina, pero sobre todo a los MAESTROS que gracias a
Dios se han cruzado en mi camino: profesionales consumados con años de
experiencia en la profesión médica que siempre han tenido un hueco para
enseñarme ya sea con sus explicaciones, con sus actos o con su forma de ser.
- - A los Adjuntos del Centro de Salud que siempre
han estado al quite cuando he tenido alguna duda en consulta,
- - A Eugenio Calderón, que recién llegado tuvo la
paciencia de explicarme los secretos de la Cirugía Menor, al mismo tiempo que
demuestra lo buena persona que es
- - A todos los Adjuntos con los que roté en mi
periodo de estancia hospitalaria en los diferentes servicios, especialistas
consumados capaces de adaptarse al desconocimiento de quién llega de paso para
solo un mes y te explican las claves de su especialidad. Agradecimiento
infinito por aportarme esta amplia visión de la profesión médica.
- - A los docentes que me han impartido cursos en
todos los horarios y formatos posibles: mañana, tarde, presencial, virtual,
remunerados, altruistas. Y que con sus explicaciones han fomentado que cada vez
me haga más preguntas que busquen respuesta.
-
A los Adjuntos de las Urgencias, tanto de
Policlínica como de Observación del Hospital Carlos Haya, Civil o del
Materno-Infantil. Sobre todo agradeceros a vosotros, con los que tantas horas
he compartido, con los que he compartido mis mayores satisfacciones como médico
y también los momentos más tensos. Que me han enseñado tratamientos, técnicas,
procedimientos; que me han supervisado mientras cardiovertía, reanimaba o
desfibrilaba. Que resolvieron mis inocentes dudas típicas de R1 ante cualquier
barriga que no te dejaba conforme y siempre lo hicieron con buena cara. Gracias
de corazón, porque gracias a vosotros me siento Médico de Familia Urgenciólogo.
Todas
las personas te enseñan lecciones magistrales. El respeto con el que uno se
muestra ante el paciente, la cercanía, la empatía, la búsqueda perpetua de una
palabra que calme la angustia, y porque
no decirlo, también he aprendido del ejemplo diario de alguno que otro,
concienciándome en lo que no quiero llegar a convertirme como médico, en evitar
el Síndrome de Bournout, o la falta de compañerismo, o la maldad, que en la
Medicina, como en el resto de los rincones de la vida, también está presente.
La
labor de docente en la Medicina que no está pagada, que no entiende de
complementos ni de productividades. La magia de la tradición galénica del
transmitir lo que un día te enseñaron, de perpetuar las enseñanzas que llevan
años sanando a la sociedad para la que nos debemos. La responsabilidad de
portar el testigo para entregárselo algún día de mañana a los nuevos médicos o
aspirantes a serlo, que me buscan con la esperanza de estar a la altura, y que
me pone el listón tan alto de estar a la altura de los maestros con los que me
he formado.
Gracias
a todos de corazón, adjunto/a, compañero/a, amigo/a.
Maestro
De Juan Berbel
Vocación tempranera y siempre bien
sentida,
esta de ser Maestro por amor entregado,
este ir alumbrando caminos por la vida,
ilusionadamente, de niños rodeado.
Poner alma de artista en la noble tarea,
con fuerza misionera y mano delicada;
saber irse quemando en aras de una idea,
saber seguir la estrella del bien
entresoñada…
Sembrador sin pereza, poner en la besana
al par del rubio trigo semilla de
amapolas;
estrenar alegría y fe cada mañana,
y en el trance difícil quedar con Dios a solas.
Aunque esta mañana ya nos hemos dicho un "hasta luego"...eres un artista!! Ahora, vayas donde vayas, cada Lunes Santo te espero!!
ResponderEliminarNo hay porqué dar gracias, cuando lo que se hace por los demás se da y se recibe de corazón. Esto que escribes, además de emocionarme, me alienta a seguir mejorando e intentar transmitir lo poco que de esto sé, a todo aquel que quiera y sepa escuchar. Tú y muchos de tus compañeros habéis hecho el esfuerzo necesario para ir formandoos como MÉDICOS, en el futuro la vida os recompensará y lo devolverá con creces, de eso estoy seguro. Que tengáis toda la suerte de mundo. No es un adiós, es sólo un hasta luego. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarmucha suerte en tu nueva etapa, un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias a ti por sonreír por prosperar, por hacer más fácil nuestro trabajo, gracias por todas esas horas compartidas. Enhorabuena
ResponderEliminarMucha suerte, Juan. Genio y figura. Un abrazo
ResponderEliminarSuerte no te hará falta! El secreto es tener el don de la oportunidad de estar en el sitio correcto en el momento correcto.no dudo en q lo harás fenomenal.lo hacías desde el principio.como Manolo dice, no des las gracias, tenemos la gran suerte de trabajar en un hospital universitario, los residentes nos aportáis cosas también todos los días.un abrazo enorme luchador!
ResponderEliminarComo que gracias........ Son diezmil !!!!jajajaja
ResponderEliminarGracias a ti campeón y muchas suerte para la próxima aventura!!!!
ResponderEliminarGracias a tí por ser como eres, UN GRAN COMPAÑERO Y UN GRAN MEDICO. Me llena enormemente cuando nos buscáis para pedirnos ese poquito que sabemos y, gustosamente os entregamos. Al igual que vosotros nos enseñáis y juntos aprendemos. Un beso muy fuerte y nos vemos ahí fuera.
ResponderEliminareхсellent issues altogether, уou ϳuѕt reсeived a new reаdеr.
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No hay porque darlas. En estos momentos te das cuentas lo rápido que pasa el tiempo y como en cierta manera, tanto voluntaria como involuntariamente, participas en el crecimiento personal y profesional de tanta gente. Es un orgullo haber podido ayudar en lo que sea, espero que os vaya muy bien a todos los que inicias esta nueva etapa. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias joven! Espero que encuentres tu hueco en este caos que tenemos...en los hospitales hacen falta Medicos como tu, con mayúsculas. Un abrazo.
ResponderEliminarLa palmilla, los 101 km de ronda, tu paso por la tele con el foulard amarillo, y tu próximo maraton, han forjado un residente excepcional.
ResponderEliminarTe deseo toda la suerte del mundo, aunque no la vas a necesitar. Que el futuro no trunque la ilusión que tienes ahora por esta profesión. Nos vemos en el camino, querido colega.
ResponderEliminarGRAN DR.TORAL, gran resi mayor, gran compañero, gran amigo......seguro q triunfas en esta nueva etapa, tu lo vales!!!. Un besazo, nos vemos el viernes 17!!!!
ResponderEliminarPreciosa despedida ¡¡ , estoy segura que vas a tener suerte porque eres constante y trabajador que es algo importante en esta profesión . Eres un Crack ¡¡ Un besazo y ya sabes donde estamos para lo que necesites
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