(escrito el 30 de Junio de 2009)
Parecía que no iba a suceder, pero por fin llegó el tan esperado momento. Tras toda una vida esperándolo, los 40 días que llevábamos trabajando por amor a ese arte llamado Medicina, iban haciéndose duros, en una particular cuesta de Junio. Por fin nuestra primera nómina oficial como empleados de esa gran empresa llamada SAS.
A uno, experto malabarista con eso de los números, que ha aguantado con más que dignidad la ayuda altruista de unos padres que no me han descuidado ni un solo momento, ver como los dígitos se acumulan en una raquítica cuenta bancaria, es momento de orgullo y satisfacción, cual palabras borbonescas en pleno auge navideño. Llegó el momento de reír (sin abusar) y de algún que otro caprichito, que para eso nos ha costado lo nuestro: mucha sudor, sangre en algún que otro caso, y lágrimas que pueden haber sido vertidas en este trámite.
Con la adquisición de un nuevo coche que suplante a mi querido Micra, el primer capricho personal ha sido hacerme socio del Málaga. París bien vale una misa, y la ocasión lo requería. Ya vendrán tiempos de tempestades y malos aires, pero de momento, carpe diem, para lo demás ya está la Master Card
Ahora que sé lo que cuesta, a buen seguro que se valorará más
Parecía que no iba a suceder, pero por fin llegó el tan esperado momento. Tras toda una vida esperándolo, los 40 días que llevábamos trabajando por amor a ese arte llamado Medicina, iban haciéndose duros, en una particular cuesta de Junio. Por fin nuestra primera nómina oficial como empleados de esa gran empresa llamada SAS.
A uno, experto malabarista con eso de los números, que ha aguantado con más que dignidad la ayuda altruista de unos padres que no me han descuidado ni un solo momento, ver como los dígitos se acumulan en una raquítica cuenta bancaria, es momento de orgullo y satisfacción, cual palabras borbonescas en pleno auge navideño. Llegó el momento de reír (sin abusar) y de algún que otro caprichito, que para eso nos ha costado lo nuestro: mucha sudor, sangre en algún que otro caso, y lágrimas que pueden haber sido vertidas en este trámite.
Con la adquisición de un nuevo coche que suplante a mi querido Micra, el primer capricho personal ha sido hacerme socio del Málaga. París bien vale una misa, y la ocasión lo requería. Ya vendrán tiempos de tempestades y malos aires, pero de momento, carpe diem, para lo demás ya está la Master Card
Ahora que sé lo que cuesta, a buen seguro que se valorará más
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Permítanme tomarme la licencia de homenajear a Don Francisco de Quevedo
PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero Es don Dinero.
Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado. Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Son sus padres principales,
Y es de nobles descendiente,
Porque en las venas de Oriente
Todas las sangres son Reales. Y pues es quien hace iguales
Al rico y al pordiosero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
¿A quién no le maravilla
Ver en su gloria, sin tasa,
Que es lo más ruin de su casa
Doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
Al cobarde y al guerrero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
Sus escudos en la paz
Que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
Y hace propio al forastero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Don Francisco de Quevedo
POR FIN SE ACABARON LAS "PAGAS" MENUDA TRANQUILIDAD Y NO PRECISAMENTE LA TUYA.
ResponderEliminarEL PRIMER CAPRICHITO TE LO HAS DADO, PERO CONOCIENDOTE NO SERA EL ULTIMO, PODEROSO CABALERO ES DON DINERO, ME ALEGRO UN MONTON, BESOS